Si se observa desde una perspectiva histórica, el acceso a la información ha estado vinculado al estatus social de unos pocos que ostentan el poder. En siglos pasados, solo algunos sabían leer y otros pocos escribir, estos oficios no estaban pensados para una sola persona. Las bibliotecas como guardianas de los libros no cumplían la función de divulgación, todo lo contrario, pocas personas tenían la posibilidad de conocer sobre los temas seleccionados que hacían eco de las voces hegemónicas.
Es importante conocer el panorama histórico que nos antecede y las restricciones que lo caracterizaron, dado que este permite comprender los cambios que vienen operándose en nuestras sociedades como consecuencia de la introducción de la tecnología.
La democratización de la información es uno de los aspectos más relevantes, que hacen de esta época un momento histórico completamente diferente a las que nos precedieron. De esta manera, la posibilidad acceder al conocimiento construido por la humanidad es ahora un universal para los ciudadanos.
Dicha democratización funciona en dos sentidos, por un lado, es posible que desde cualquier lugar del mundo se acceda a la información disponible en la Web y de otra parte, cualquier ciudadano está en la posibilidad de publicar sus pensamientos de forma libre; razón por la cual, encontramos disponibles en la Red las voces de múltiples personas manifestando su forma de ver el mundo.
En las redes sociales, haciendo uso de blogs, videos, entre otros, la sociedad ha conocido distintas formas de comprender la realidad. Construcciones sociales de sujetos que a partir de la posibilidad de expresión que se da con el Internet, divulgan sus pensamientos y construyen redes de colaboración para sus fines, por diversos que sean.
Hoy encontramos con la misma facilidad las últimas resoluciones que reglamentan el oficio médico, las explicaciones sobre la presencia extraterrestre en el mundo, las redes cooperativas para el trabajo educativo, y una inconmensurable cantidad de temas diversos.
Simultáneamente a la proliferación de las voces, también es necesario que reflexionemos sobre la diversidad de opiniones que sobre un mismo asunto ahora encuentran expresión a través de la participación en el ciberespacio. De esta manera, muchos asuntos de interés general son discutidos en escenarios virtuales, perfilando como una estrategia de participación ciudadana.
El anonimato de la Red ha permitido que seguidores y opositores de diversas iniciativas tengan lugar para el debate, donde un fenómeno también puede verse en dos sentidos.
En ocasiones, la participación ciudadana desborda al Estado y sus representantes, ejemplo de esto, son las múltiples manifestaciones de repudio hacia el comportamiento del senador Merlano o las voces en contra de la Reforma a la Justicia. Pero en otros momentos, el gobierno es quien moviliza a los individuos de participara en la Web como para la construcción de los Planes Decenales, que tanto en Educación y en Salud, han promovido espacios presenciales y virtuales para la sociedad en general.
La pregunta que debemos plantearnos es si la proliferación de voces y opiniones van a favorecer la construcción de formas sociales más democráticas y respetuosas por la diferencia.


Gloria María Naranjo Q.
Asesora Educativa
Colombia Digital