Es hora de hacer balances y evaluaciones. Finaliza el 2012 y no sobra una mirada en nuestros avances y falencias en materia TIC (Tecnologías de información y comunicación) en Colombia.
De acuerdo con la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT), al finalizar el 2010 solo el 2,5% de los colombianos accedía a Internet por vía móvil. En diciembre de 2011 se avanzó con un 3,7%; mientras que en América Latina, Argentina y Uruguay presentaban (fines de 2011) el 11% y 9% de conectividad móvil.  Sin embargo es claro que en las economías avanzadas la conectividad móvil es evidentemente superior, al concluir el 2011, el 34.8% de los alemanes, el 44% de los franceses, el 65.5% de los estadounidenses y el 100% de los coreanos contaban con acceso móvil de banda ancha.
Otro indicador interesante es el porcentaje de hogares que cuentan con computador. Al comenzar el gobierno de Santos, MinTIC mostró que solo el 23% de los hogares colombianos contaba con computador. Dos años después, de acuerdo a información de la UIT, tal tasa es prácticamente del 30%. A modo de comparación, en Brasil el 46% de los hogares cuenta con un PC y en Chile el 51%. En naciones escandinavas como Noruega y Finlandia, la penetración es de 93% y 86% respectivamente.
Por otro lado, según el último informe de Competitividad Global del Foro Económico Mundial (2012-13), Colombia ocupa el puesto 69 entre 144 países y sin duda  el aprestamiento tecnológico, es uno de los pilares en los que Colombia debe mejorar sustancialmente.
Es claro que han sido muchos los esfuerzos realizados por el gobierno nacional por cerrar la brecha digital, sin embargo aún tenemos mucho por avanzar en uso y apropiación. Está bien que hayamos avanzado en número de conexiones y equipos, pero aún falta mayor apoyo en programas de formación para que dichos equipos puedan ser aprovechados verdaderamente.
Un ejemplo es el de las empresas de telefonía móvil, las cuales ofrecen paquetes de datos casi que obligados a sus compradores así ellos no tengan idea de para qué sirven. Muchos usuarios hacen sus reposiciones anuales, sin embargo algunos equipos solo son vendidos con planes de redes y datos cuando ni siquiera algunos de ellos tienen correo electrónico. De la misma manera, numerosas instituciones educativas han sido dotadas con equipos de última generación, pero la falta de conocimiento de los docentes no solo en el manejo de dichos aparatos, sino de cómo usarlos de manera provechosa en procesos de enseñanza y aprendizaje colaborativo, hace que estas donaciones se queden en la emoción de estrenar computadores nuevos; emoción que pasa luego de unos días, dejando de lado estos equipos de modernos procesadores de texto y presentaciones Power Point, sin ninguna provechosa utilidad.
Esperemos que dentro de nuestros planes para el próximo año estén el no solo tener el último aparato de moda, sino el usarlos de una forma efectiva, leer más y enseñar un poco de nuestros conocimientos tecnológicos a quienes no los tienen. Tal vez de esta manera las TIC terminen siendo lo que debería ser: herramientas que facilitan procesos y aprendizajes en los seres humanos.

Laura Ayala
Coordinadora Gestión del Conocimiento
Corporación Colombia Digital