En la actualidad acceder a los contenidos es muy fácil. Solo basta con entrar a Internet y buscar aquello que queremos ver, escuchar, leer, etc. Pero como si eso fuera poco, también podemos descargarlos o almacenarlos para volver a verlos en cualquier momento.
El tema del almacenamiento en la nube y acceso a contenidos en cuestión de segundos me ha llevado a pensar en aquella época de búsqueda de información en los libros, así como cuando ver televisión era sentarse a esperar hasta que empezara nuestro programa favorito; y si había algo por hacer justo en ese momento ya sabíamos que eso solo significaba perdérnoslo.
Sin embargo, en la actualidad, esta era tecnológicamente avanzada nos da muchos recursos y posibilidades: podemos llevar nuestra información a cualquier lugar, disponer de ella en cualquier momento, podemos ver nuestros programas de TV en la calle, en el bus, en la oficina, donde sea. Las plataformas nos permiten pausarlos, retrocederlos, adelantarlos una y cuantas veces lo deseemos.¡Es simplemente magnifico!
Pero todo esto ha llegado para las nuevas generaciones, que de hecho, nacen junto a los avances y vienen «configuradas», en cuanto a los usos de esa tecnología, que a muchos aún atropella. Esos mismos que crecieron sentados frente al televisor y la radio, esos que jugaban en la calle y que corrían cuando empezaba la transmisión.
Yo alcancé a ser de esa generación y la recuerdo con nostalgia, ¿por qué? Sencillo, a mi modo de ver las cosas, pienso que se dependía un poco más del tiempo, de ser puntual en la cita que nos dábamos con nuestro programa preferido.
Con el tiempo llegó algo que a muchos nos cambió la vida y la forma de consumir la vasta variedad de contenidos que nos ofrecían los canales, experimentamos lo que era el almacenamiento en sus inicios, tuvimos un VHS. Y es que ese «aparatejo» no solo nos ofrecía la oportunidad de ver películas en casa en la comodidad del hogar, sino que también permitía algo que hasta ese momento era imposible, grabar los programas en una cinta o casete y reproducirlos después.
Sin duda fue toda una revolución en términos de consumo de contenidos y programas, cuando la innovación hacía de las suyas en el mercado de aparatos electrónicos empezamos a sentir la libertad, el desprendimiento del reloj ni correr a casa para alcanzar a ver la TV.
Ese desprendimiento fue cada vez más notorio, dado que hoy existen diversas y mejores opciones para tener nuestros contenidos favoritos a nuestra disposición. Lo que está «de moda» es el almacenamiento en la nube, colgar datos a un gran servidor que nos permita acceder a ellos desde cualquier lugar del mundo, sin casetes, disquetes, cd´s, ni memorias USB. Todos esos dispositivos, que alguna vez tuvieron su «momento de gloria», han sido reemplazados por la nueva tendencia. Así como una vez le pasó a ese revolucionario VHS que se tomó por un momento el trono de la innovación.
Y ahora que lo pienso, desde ese VHS dejamos de depender del tiempo para empezar ese camino de dependencia por los dispositivos electrónicos. Se hizo fácil el acceso al contenido, pero ese vacío que dejaba aislarse del TV, se llenó con querer grabarlo todo, con necesitar del nuevo aparato.
Ver la «tele» nunca fue tan fácil, leer un libro nunca fue tan interactivo, llevar un documento nunca fue cómodo. ¿El momento de la nube es este, cuál será el siguiente paso en esto del almacenamiento y el acceso a los contenidos?
Cristhian Herrera Q.
Community Manager
*Imagen tomada de http://www.elfarodecampeche.net/ver_noticia.php?id_noticia=1986