Estoy un poco cansado de las quejas constantes de los conductores de Bogotá sobre los huecos en las calles, aduciendo que la ciudad anda en completo caos; que parte de los trancones se deben a los cráteres en las vías, que los carros se dañan, en fin. Basta ya de ver el lado negativo, oscuro de las situaciones o también como se conoce ver el vaso medio vacío.
Es posible que quienes se quejen constantemente del estado de las vías en la principal ciudad del país que produce el 24% del PIB nacional, no han considerado que estas calles contribuyen a mejorar la calidad de vida de miles de ciudadanos y en particular en mantener altos estándares de indicadores económicos y sociales. Voy a mencionar algunas evidencias de esta afirmación:
Podría seguir enumerando indefinidamente el aporte a la calidad de vida de las vías deterioradas, trochas y huecos que ‘adornan’ la ciudad, pero considero dejar hasta aquí para traer a colación otro tema recurrente de queja ciudadana: la mala señal o pésimo servicio de operadores de telefonía móvil, en particular de uno de los que dice ser «el de mayor poder de mercado».
¡Por favor! Quisiera invitar a las personas que critican que por un momento reflexionen sobre la situación y hagan el ejercicio de ver las situaciones por el lado amable, a ver el vaso medio lleno. Por ejemplo, el que se nos interrumpan constantemente las llamadas y que las facturas lleguen como si nada, puede causar que algún día nos indignemos, nos movilicemos y exijamos la prestación de un servicio de calidad, justo y respetuoso. ¿No?
*Imgen tomada de Diario ADN
Oswaldo Ospina
Coordinador de TIC y Educación