La visualización es una habilidad de todos los seres humanos. No necesitamos ser diseñadores o artistas para “pintar” imágenes en nuestra cabeza, ya que el cerebro las crea (imágenes) en nuestra mente todo el tiempo. Esta habilidad gráfica de creación e interpretación de los conceptos puede ser aprovechada para tener una mejor aprehensión de modelos, conceptos y datos.
A diario recibimos una sobrecarga de información. La televisión, los periódicos, la radio e Internet, nos ofrecen un sin número de datos que, en ocasiones, procesamos y en otros casos obviamos de acuerdo a la relevancia, a nuestro contexto o intereses.
Las infografías son soluciones simples para la visualización de información, ya que a través de ellas se pueden encontrar patrones y establecer conexiones realmente importantes. Mediante estas, los datos cobran sentido y cuentan historias; es un escenario explorable para los ojos, que permite experimentar un alivio visual/mental en medio de la maraña de información en la Red.
David McCandles en su charla TED ‘The beauty of data visualization’ exalta la visualización como una poderosa herramienta y dice que: “Mediante la visualización de la información, la convertimos en un paisaje que se puede explorar con los ojos, una especie de mapa de información. Y cuando estás perdido en ella (información), un mapa de información es algo útil.
El arte de simplificar la complejidad y comprimir el conocimiento no es una disciplina nueva. Las infografías o la representación gráfica de contenidos se “popularizó” con el surgimiento de la imprenta, ya que el proceso, al igual que la escritura se daba a mano y la probabilidad de equivocación era alta, lo mismo que el tiempo de producción.
Con la llegada de las tecnologías de la información los procesos de realización y difusión son más eficientes y los datos gráficos se han convertido en aliados a la hora de viralizar y popularizar ciertos contenidos.
Redes sociales como Pinterest e Instagram mueven millones de infografías al día, poniendo al alcance datos estadísticos y conceptos a los usuarios del común, quienes unos años atrás no tenían acceso ni se sentían atraídos con este tipo de información.
Desde gráficos simples, exploratorios y hasta presentaciones fáciles de leer; es posible examinar e interpretar información más compleja que también rueda por las redes.
Ya no es necesario ser un experto diseñando porque adicional al ‘boom’ de aceptación de los usuarios a estos contenidos, los servicios en la nube para crear información gráfica también han crecido positivamente: Piktochart por ejemplo le permite al internauta editar y publicar infografías de forma gratuita, mediante plantillas con diseños minimalistas,
Una vez más las TIC (Tecnologías de Información y Comunicación) apoyan la generación y gestión del conocimiento, supliendo la necesidad del usuario de ser consumidor pasivo a productor de contenidos, que millones de personas a través de las redes sociales circulan a diario.
Laura Ayala
Directora de contenidos
Corporación Colombia Digital