La aparición de la impresión 3D es probablemente el acontecimiento más importante en impresión desde que Gutenberg inventó la imprenta; con ella se abre una nueva era de fabricación localizada y distribuida, basada en la producción digital de objetos. 

Si la última revolución tecnológica fue de bits (aparición de los computadores e Internet), ésta última es de átomos (un archivo digital se vuelve un artículo físico).

¿Estamos a portas de un nuevo hito en la historia de los desarrollos tecnológicos?

Chuck Hull fue el inventor del proceso de formación de imágenes sólidas conocido como estereolitografía (impresión 3D.) La primera tecnología de prototipado rápido comercial, vio la luz en 1983. El proceso se basa en diseñar o escanear un plano digital que es enviado a una impresora 3D. La impresión se puede hacer a través de extrudir un líquido que generalmente es plástico  a través de un láser que fusiona resinas y metales.

Aunque han pasado 30 años desde su invención, este tipo de procesos empieza a tener ahora una notoria participación en nuestra realidad tecnológica, ya que al igual que los computadores y sus inicios en los que sus usos eran primeramente para un público especializado o para la industria, en consideración a que sus valores eran desorbitados. Hoy nos encontramos en la misma coyuntura en la que la impresión 3D está pasando de tener una única participación en mercados especializados, industriales, aeroespaciales, automotrices, médicos y dentales, al común de la gente: la masificación.

MakerBot Industries, una empresa nacida en el año 2009 en Brooklyn (Nueva York), ha revolucionado la industria con impresoras para computadoras que pasaron de un valor de 100.000 a 200 dólares. De esta manera cada persona puede personalizar sus productos, tenerlos a la medida. La nueva idea: impresoras 3D para todos.

Sin embargo, en sus primeros años la idea de imprimir elementos no fue algo que convenció al común de los consumidores, por esta razón se volcó la estrategia al mercado de diseñadores e ingenieros; se trató de vender ‘un juguete’ para hacer juguetes.

El impacto de la impresión 3D va mucho más allá de la punta de nuestras narices y para cada gran invento siempre habrá buenos y malos usos.

Cody Wilson un estudiante de leyes y anarquista declarado, desarrolló el primer modelo abierto (de descarga libre) de un arma para imprimir. Su principal objetivo era confrontar al Estado sobre el control que pueden tener sobre las armas y la gente.

Y con esta declaración apareció la controversia. Hoy tenemos el poder para fabricar cosas, estamos ante la siguiente revolución industrial.

El video en YouTube del ‘Liberador’, la primer arma totalmente impresa tuvo 3.7 millones de visitas versus ‘Robohand’ con 484.000 visitas (el video de MakerBot mostrando cómo niños con malformaciones de nacimiento en sus manos obtuvieron manos impresas en 3D). Tristemente la controversia vende más.

Este tipo de situaciones evidencia la falta de comprensión del alcance de esta tecnología en el mercado y la necesidad de los medios de crear controversia.

Con el paso del tiempo veremos cómo los usuarios se empoderan de forma positiva de este tipo de tecnología y cruzaremos los dedos para que sean más los usos constructivos que los que inevitablemente tendrán que ver con el conflicto.

Referencias:

‘Print the Legend’: el más reciente documental de Netflix sobre impresión 3D
What’s next in 3D printing?
World’s First 3D-Printed Gun Fired on Video

Laura Ayala 
Directora de Contenidos
Colombia Digital