Tal parece que estamos programados para odiar al diferente. La homofobia, la transfobia o el machismo no son más que versiones de este problema.

El fin de semana pasado se conmemoró el día del orgullo LGBTI en Bogotá, donde aprecié a los miles de diversos que marcharon por las calles hacia la Plaza de Bolívar: Pancartas, vestidos, disfraces, la bandera de los seis colores, cánticos y consignas, lucieron los caminantes quienes reclamaron los derechos que aún no han obtenido.

Un sinnúmero de espectadores y de personas que casualmente estaban en el centro ese día, se detuvieron sobre los andenes a apreciar a los marchantes y pude notar que muchos reaccionaban con palabras de agresividad y discriminación.

También en las redes sociales creció la rabia de los homófobos, al ver publicaciones de afecto como la de dos hombres besándose en la Plaza de Bolívar y sus reacciones fueron de reclamo y discriminación y el por qué sus hijos debían ver esa ‘horrible’ escena. Yo todavía no termino de preguntarme si ¿no sería más fácil explicarles a los niños poco a poco que existen orientaciones diferentes y que cada quien va descubriendo la suya?

Juzgar es fácil y respeto las opiniones de los cibernautas, pero apoyo la diversidad y la libre expresión.

Debo decir que amo a Colombia, pero no me identifico completamente con sus habitantes porque hay escepticismo y muchos problemas psicológicos y políticos. Hay que aceptar que el país está atrasado, comparado con Europa donde el término LGBTI ya es totalmente aceptado.

Por desgracia, todavía existen personas que siguen opinando que la homosexualidad es una enfermedad mental. Aquí hay algo que no encaja en la lógica común, si suponemos que lo del trastorno es verdad, entonces ¿también debemos odiar a los enfermos?

Yo todavía no entiendo eso de que ser gay es antinatural. ¿No será más antinatural obligar a alguien que desde siempre se ha sentido homosexual a compartir y convivir íntimamente con alguien del sexo opuesto cuando su cuerpo y su mente le gritan lo contrario?

Quiero que se pregunten y que alguien se responda ¿cuáles son las causas verdaderas del odio hacia la comunidad LGBTI?… ¿sus expresiones?, ¿el amaneramiento?, ¿la biblia?, ¿el transexualismo? o ¿una homosexualidad reprimida?

Según la Psicología, muchos hombres que muestran agresión hacia la comunidad LGBTI padecen el complejo de no poder aceptar su identidad homosexual, los estudios apuntan a que ese odio tan marcado y desesperado es en realidad el rechazo camuflado hacia ellos mismos.

El odio al diferente ha sido una constaste en la historia de la humanidad. Afortunadamente, en los últimos años hemos empezado a tener una imagen mucho más clara sobre por qué surge y cómo podemos batallarlo.

Pienso que es importante que esta marcha que se realiza anualmente no solo tenga ese sentido de carnaval, sino un sentido real político que genere debates en el congreso en pro del fortalecimiento de sus derechos.