A muchos no les gustan, a otros les incomoda, e incluso a otros les parecen ofensivos, pero los emoticones se han tomado las conversaciones y sin duda serán parte fundamental del lenguaje del siglo XXI, aunque hasta donde la evidencia demuestra comenzaron desde 1857, cuando el National Telegraphic Review and Operators Guide documentó el uso del número 73 en Código morse para expresar «amor y besos» (–… …–).

Es innegable que a veces las palabras se quedan cortas para expresar lo que se quiere transmitir, ya que se refiere a emociones que vienen de la parte límbica del cerebro y no del neocortex, y esto reduce mucho la capacidad de comunicación, como cuando alguien intenta expresar qué siente por alguien; en este punto las expresiones faciales, que son casi idénticas en todas las culturas y razas humanas, explican mucho mejor lo que se desea comunicar, y por esto los emoticones, que comenzaron con combinaciones de letras, se han convertido en el nuevo lenguaje de jóvenes y viejos.

Su utilidad es enorme porque permite pasar a símbolos comprensibles por cualquiera, una expresión que se desea expresar y no una palabra simple de digitar. Algo ha avanzado el debate con el concepto del Argot de Internet, pero estas son más abreviaciones como LOL (Laugh Out Loud), o algunas más comunes para nosotros como XQ (porque), que han tomado camino para que las personas presionen menos teclas y puedan escribir más rápido en chats principalmente, logrando tener una velocidad cercana a la conversación verbal.

Ya hemos visto su uso en la publicidad impresa, logrando una mejor comunicación con la audiencia y en mucho casos segmentándola, ya que no todos logran comprender sus significados a menos que sean muy evidente como en el caso de la carcajada al estilo Manga “XD”, que al girarla 90 grados, deja ver una cara riéndose exageradamente y con los ojos cerrados como los dibujos japoneses, pero para muchos simplemente podría ser un “por dios”.

Veremos cómo este lenguaje crece en las comunicaciones de manera importante, ya que su utilidad descriptiva permite comprender en pocos bits un contenido, como ya lo había hecho los humanos en las Cuevas de Altamira, los mismos egipcios con sus jeroglíficos, e incluso los árabes con el alfabeto o los números, que son sin duda el concepto gráfico abstracto de comunicación más exitoso de la humanidad. No estamos ante el ataque a un idioma ni mucho menos, por el contrario estamos frente a nacimiento de un nuevo lenguaje escrito supracultural, que existe hace mucho tiempo, pero encontró su funcionalidad en la internet, y que será muy útil en la medida en que evolucione en diversas comunicaciones.

De algún modo, algunos logosímbolos del mundo como el CopyRight, Brand, TradeMarck y el CloseCaption han seguido este camino, y ya son comunes para todos, como también lo son las señales de tránsito, que bien podrían ser clasificadas como emoticones, al igual que los símbolos de mujer y hombre para mostrar la presencia de baños. Simplemente usamos símbolos comprensibles para comunicar cosas simples y fácilmente. Muchas veces caemos en el lugar común de comprender que las palabras no alcanzan para describir lo que queremos decir, pero en muchos casos un emoticón si podrá hacerlo: y ahí está su poder.

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