Ver fútbol no es light. Entretenerse no es light, tener sexo no es light, reírse no es light. Desafortunadamente la gente cree que lo único relevante es lo intelectual, y se meten en debates profundos, por horas, donde al final no hacen nada por arreglar los problemas, más allá de echar carreta y sin hacer nada, y dejan de ver fútbol, entretenerse, tener sexo y reírse; es algo triste.

La vida de las personas es mucho más que su trabajo, sus sueños, sus deseos de realización. La vida es pasarla bien, aprender, enseñar, equivocarse, caer, levantarse y llorar.

Hoy juega la Selección de fútbol, y puede poner al equipo de tercero en américa, pero si perdemos, quedamos de cuartos, que es una mejor posición que la tuvimos hace solo un año, e incluso mejor que en las actuales eliminatorias; por eso el partido de hoy es importante, porque para nuestros jugadores es fundamental salir y cumplir con sus sueños, y para nosotros, es necesaria esa alegría de ver en qué país nos hemos convertido.

Millones de hogares se sentarán hoy frente al televisor, y se divertirán y sufrirán al ver jugar al equipo, insultarán al contrario y al árbitro, opinarán sobre alineaciones, jugadas e incluso el uniforme blanco, y si la Selección gana, habrá una pequeña celebración por el triunfo, pero si perdemos, solo nos tomaremos unas cervecitas para aguar el rato. Momento que debemos agradecer, porque esa Selección nos da alegrías, nos deja soñar, nos da triunfos que a veces no tenemos, nos deja gritar, decir groserías y darnos la excusa para estar con amigos y familiares.

La vida es de sonrisas y lágrimas. De triunfos y frustraciones. De días y noche. Por eso es importante sentarnos dos horas a dejar que las emociones que tenemos contenidas salgan a la luz, se liberen, nuestros cuerpos se limpien, se sanen, rían y griten. Hoy hay algo importante que hacer: vivir y apoyar a la Selección.

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