Parece que ya se perdió la paz. Entre amigos y familiares se discute si se debe o no votar por el plebiscito; los del “sí” intentan mostrarle a los del “no” que es el momento de dejar atrás un conflicto de años, y los del “no”, les quieren mostrar a los del “sí”, que lo que se está acordando no es justo con el país.

La oposición ha logrado mostrar las cosas malas que tiene el acuerdo en La Habana, que van desde el desconocimiento de lo acordado, porque no se ha terminado de negociar, hasta el cambio del umbral del plebiscito.

Los que están a favor del proceso, insisten en que es el momento de finalizar una guerra de más de 50 años, que ha cobrado más de 250.000 muertos, y que ha frenado el desarrollo del país.

El problema, es que el debate ya va en ataques personales entre amigos y familiares por este tema, causando que el país se fracture en dos, y no por el tema de la “paz”, sino por el tema de cómo lograrla.

Si las cosas siguen así, no importa qué pase en la votación, porque no habrá “paz”, porque un día después de conocidos los resultados habrá dos países en uno solo, donde el ganador se hará sentir perdedor al otro, y el perdedor buscará argumentos para decir que perdieron por una trampa o dirán que el país cometió un grave error.

Los dirigentes políticos están más interesados en lograr vencer a su opositor, por la terquedad de imponer sus ideas, que en lograr lo mejor para el país, y los otros 46 millones de millones de colombianos, toman bandos idiotamente, buscando alguien que les dé la razón de sus pensamientos, sin haber estudiado realmente que está pasando.

Al final, veremos cómo el país se rompe en dos, por la vanidad de unos políticos, la terquedad de las personas, el pasado sangriento que hemos creado y dejaremos a nuestros hijos una nueva época de violencia, de intolerancia, de incomprensión, dejando ver que cada vez estamos más lejos de la “paz” que queremos.

@consumiendo

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Por si le interesa, ayer escribí que sobre las redes sociales como nuevo espacio público