El 68% de los colombianos nacen en el segundo semestre, y la cosa es fácil de comprender si usted analiza cuando fuimos gestados, porque si nos devolvemos 9 meses, nos encontramos con la mayoría de las ferias y fiestas del país.
Sin duda, septiembre es el mes del amor, porque acá es cuando más colombianos nacen, después de haber sido frutos de los amores de diciembre, las velitas, la navidad, el fin de año, el año nuevo, los reyes, la feria de Manizales, la de Cali, la ferias y fiestas de muchos municipios, el día de reyes, e incluso las cábalas, porque algunos piensan que lo que pasa en los primeros días del año, pasará todo el año.
Al año entregamos cerca de 15 regalos de cumpleaños, entre nuestros amigos cercanos y familiares, y por lo mencionado anteriormente siempre damos más regalos en septiembre, y eso hace que nuestro presupuesto de gasto sufra un golpe que no hemos terminado de comprender, pese a que siempre pasa.
Los colombianos somos muy generosos y nos nace dar regalos, y esperamos de la misma manera que el día de nuestro cumpleaños, seamos bendecidos por esto; pero los que cumplimos en diciembre sabemos que nos toca competir contra la navidad, y casi siempre salimos tumbados; esto es quizá la venganza del “Niño Dios”, que nos quita le regalo, porque seguramente fuimos fruto del prohibido amor en semana santa, y nos hace pagar el pecado de nuestros padres por toda nuestra vida.
Lo curioso es que en muchas ciudades, pocas personas nacen en los 5 primeros meses del año, que significa que de mayo a septiembre – la mitad de año –, la sexualidad de los colombianos sea menos fecunda, o quizá de menor frecuencia.
Ya pasó septiembre, llega octubre que aún tiene parte de este efecto y se le suman los amores intensos del Carnaval de Barranquilla. Nuestro bolsillo estará un poco más calmado en este sentido, pero comenzando a pensar, que a esas 15 personas que les damos regalos, hay que volver a consentirlas en navidad. Bella tradición, un poco costosa y cada vez menos simbólica, pero bella tradición.