Muchas empresas hoy tienen jeansday, incluso los colegios. Esto busca que la gente se vista informalmente para sentirse más cómoda en su espacio diario, porque tenemos uniformes y códigos de vestir, en los que no nos sentimos tan libres, ya que tan pronto llegamos a la casa, o los días que no trabajamos o vamos al colegio, nos vestimos diferentes.
Esto ha sido bueno para muchos, menos para la corbata y otras prendas más formales del vestuario. Como se nos pedía que obligatoriamente nos vistiéramos formales, realmente nos sentíamos uniformados y olvidábamos el placer de vestirnos elegantemente, con galas propias de ocasiones formales y ceremoniosas, y solo dejamos estas prendas para muy pocas ocasiones de noche, quitándole mucho el brillo de la elegancia a la cotidianidad del día.
Por eso propongo que tengamos un día de corbata, un día formal. Un día en que los hombres se vistan elegantes, con trajes planchados, con camisas blancas y corbatas que resalten su porte y elegancia, y que las mujeres adornen nuestras vidas con bellas blusas de seda, faldas ajustadas y medias veladas, caminando sobre hermosos zapatos de tacón, regalándonos su belleza y sensualidad ese día.
Comprendo que esto para muchos sonará retrógrado, antiguado, cursi y hasta tonto, pero tanto hombre como mujeres saben lo bello que es ver al otro elegantemente ataviado, con ese garbo que ciertas prendas nos aporta y que contienen algo que nos llena de seguridad, que hasta sentimos que cuando entramos a algún salón o cuarto, todos se fijan por nuestra presencia, recordándonos el significado de la palabra atractivo.
Este puede ser un día al mes, para que no sea tan complicado, ni agote a los jóvenes que odian la corbata y a las mujeres, que odian caminar con tacones; ayudándonos a recordar la elegancia que tenemos en la piel, que solo espera ser resaltada por el traje correcto. Esto ayudará a recuperar el romanticismo, la elegancia, la seguridad en nosotros mismos, y quizá nos da la libertad ser una vez al mes, ese personaje que siempre hemos soñado ser.