En solo 4 días hábiles tenemos que hacer lo que debemos hacer en 5, y cuando esto ocurre a final de año, el tiempo simplemente no alcanza. En los colegios faltan días para acabar bien las materias, las líneas de producción en las empresas se vuelven pesadas, los días de trabajo en los escritorios son más intensos y el estrés se apodera de muchas empresas.

Sí, tenemos un día más de descanso, estamos con la familia, podemos recuperar fuerzas, pero cuando comienza la semana corta, toca hacer todo más rápido y las cosas se complican. El tráfico es más pesado, los bancos se sienten más llenos, y hasta los restaurantes parecen tener las colas más largas. Incluso, los periódicos se ven más extensos.

Cada festivo que tenemos, es el preludio de una pesada semana llena de afanes y de decisiones difíciles de tomar.

Hoy comenzamos una de esas, y sabemos que inmediatamente viene otra, y festejamos porque tendremos dos días de descanso, dos puentes con la familia y después sufrimos porque el tiempo no nos alcanza. Bienvenido a noviembre.