No es una broma, ni una mentira, sino el dato estimado por la Secretaria de Movilidad del Bogotá, que fue informado por uno de sus mejores capacitadores, en una sesión del curso que se hace para reducir el monto del comparendo generado. Todo esto me lo contó un gran taxista con el que hablé hace pocos días.
El capacitador le preguntó a los taxista, que después de ver todas las normas que existen, cuántas infracciones cometían al día, y el más cercano dijo que 1.000, quedándose bastante atrás del estimado.
Esto ocurre por dos razones fundamentales: no conocemos las normas y algunas infracciones son cotidianidades para el común de los conductores, que con las fotomultas, le pueden costar millones de pesos a más de uno.
Tomemos 3 ejemplos de la cotidianidad. Un taxista maneja cerca de 12 horas al día, que con un promedio de velocidad del 20 km/h, causa que aproximadamente manejen cerca de 240 kilómetros al día, y suponiendo que pasa un carro cada 200 metros, genera más o menos 1.200 sobrepasos al día, en los cuales, solo se usan las direccionales menos del 20% de las veces.
Lo mismo ocurre con las luces de parqueo, que deben ser usadas cada vez que el carro se detiene, y lo pueden hacer cerca 20 veces al día como mínimo, y con una incidencia de solo el 10% de uso, la cuenta sigue subiendo.
Finalmente, la velocidad. Si bien el código dice que la velocidad máxima en las ciudades puede ser de hasta 60 km/h, esto solo es permitido en muy pocas vías de la ciudad, donde la velocidad máxima permitida es de 30 km/h, lo que hace que cada segundo que un taxista supere esta velocidad, está cometiendo la infracción.
Así, que un taxista llegue a las 3.000 infracciones por día es muy fácil. Mas si usted maneja cerca de 3 horas al día, para ir a trabajo y volver a casa, estime que usted puede estar cometiendo cerca de 750 infracciones por estos mismos motivos y muchos más.
Las normas están para que las cosas funcionen, así no nos gusten o no estemos de acuerdo con ellas. Quizá algunas las han puesto mal, pero mientras sean normas debemos cumplirlas, y no quedarnos en esa enorme capacidad que tenemos de justificar porque no hacemos la cosas como deben ser.
Nota al pie: un amigo me hizo caer en cuenta en una cosa. Si uno parquea el carro en una vía donde sea permitido pero lo hace en el sentido contrario a la dirección de la vía, obviamente queda en contravía y no hay forma de salvarse de esa multa.