Para saber si usted es o no pobre, por favor conteste estas 16 preguntas y comprenderá si lo es, conoce a alguien que lo sea o bien entenderá un poco más de nuestro complicado país:

1. ¿Cerca a usted hay un hospital para ir en caso de emergencia?, y con esto me refiero a unos 5 kilómetros.
2. ¿Usted ha estudiado más que los cursos de primaria en el colegio?, sin importar la edad que usted tenga.
3. ¿Tiene usted acceso a servicios de salud?, y con esto no me refiero a si la EPS le da una cita rápida, sino si tiene una EPS a la que pueda llamar a que le nieguen la cita.
4. ¿Vive usted en una habitación con menos de 3 personas? tenga en consideración la comodidad de esa habitación.
5. ¿Trabaja usted por un ingreso y paga sus aportes a pensiones y salud?, recuerde que si esta empleado, la empresa debe hacer esto.
6. ¿Está su hijo en un curso en el colegio con una edad adecuada?, sin importar si su hijo ha perdido uno o dos cursos.
7. ¿Su hijo menor de 18 años se dedica a estudiar, o tiene que trabajar para ayudar con los ingresos de la familia?, si su hijo ha sido muy vago y lo sacó del colegio para que trabaje, también cuenta.
8. ¿Usted sabe leer y escribir?, no importa si su ortografía no es la mejor.
9. ¿La casa en donde usted vive tiene un baño conectado al servicio de acueducto?, porque en muchos hogares en el país, la gente va al baño al potrero de atrás.
10. ¿Si usted tiene o tuviera un bebé hoy, puede ir al pediatra para hacerle seguimiento a su desarrollo?
11. ¿Su hijo va al colegio?, en caso de que tenga la edad para hacerlo.
12. ¿El piso de la casa donde vive es de piso duro como madera, cemento o cerámica?
13. ¿El agua que llega a su casa es potable?, porque en muchos municipios del país llega agua, pero no parece agua.
14. ¿Las paredes de la casa donde vive son fuertes para soportar un aguacero o un fuerte viento?
15. ¿Lleva usted mucho tiempo sin trabajo?

Obviamente estas no son las preguntas del DANE, sino un ejemplo sencillo de lo que se mide. Si respondió a la mayoría de estas preguntas con un sí, usted no es pobre multidimensionalmente, porque gracias a lo que usted ha hecho y sus padres hicieron, usted tiene la oportunidad de generar ingresos y vivir en unas condiciones relativamente dignas, pese a que usted no sea dueño de su casa o tenga los suficientes ingresos para ahorrar y gastar cada mes.

Ahora bien, una última pregunta:

16. ¿Su ingreso promedio es más de $241.000?, es decir, de toda la plata que le entra a su hogar en un mes, a cada uno de los miembros le corresponden más de $241.000; por ejemplo, si en su casa son 4 personas, el ingreso debe ser superior a $946.000; Este ingreso mensual de su casa les debería permitir comprar lo mínimo para sobrevivir. Es decir lo que se requiere comprar y no lo que se quiere comprar.

Esta es la pobreza monetaria, que hoy está fijada en promedio $241.673 mensual por colombiano, pero con la obvia aclaración de que en cada ciudad y el campo esto es diferente, porque no depende solamente del monto, sino de las cosas que se pueden comprar con esa plata.

Entonces, lo que el DANE dijo es que muchos hogares mejoraron sus condiciones de vida y redujeron sus condiciones de pobreza en acceso a salud, educación, mejor casa y sanidad, pero que algunos hogares se suman a la lista de los que no tienen la plata suficiente para comprar lo mínimo para vivir, porque no tienen empleo o los ingresos no les permiten acceder a las cosas que necesitan.

¿Qué dijo el DANE?: entre 2015 y 2016, la cantidad de hogares con pobreza multidimensional pasó de 20,2% a 17,2%, y la cantidad de hogares con pobreza monetaria pasaron de ser el 27,8% al 28%. Lo que confundió a todo el mundo, porque no se puede decir que la pobreza bajó y que subió al mismo tiempo, pese a que lo dice es completamente lógico, porque cuenta una historia simple: hoy la gente es menos pobre, porque sus condiciones han mejorado, pero hasta que no baje la inflación, no toda la gente puede comprar lo que necesita.

Al final nadie le creyó a DANE, que desató una polémica enorme, porque publicó dos mediciones de pobreza diferentes y la gente quedó confundida, y como es normal tomó el peor dato como válido.

Definir la pobreza no es fácil, pero lo que sí es claro es que no es una condición imaginaria sino real. Ser pobre está en función de no tener los ingresos para poder acceder a lo necesario para vivir, pese a estar rodeado de riquezas, como le puede ocurrir a un habitante de la calle en Nueva York o en París, que si bien tiene acceso a educación, salud, empleo y otra cantidad de servicios sociales y oportunidades, esa persona no tiene dinero para comer ese día o pagar una habitación para dormir.

Todos confundimos fácilmente el concepto de pobreza monetaria, que es no tener el dinero para comprar lo necesario, a no tener el dinero para comprar lo que se quiere.

El concepto de pobreza no es una definición estática. Lo que hoy llamamos pobreza es diferente a lo que significaba hace 10, 20 y 30 años, porque las condiciones del mercado cambian y los precios también.

El DANE no es un ente político por más que la gente lo crea así. Son muy buenos técnicos que miden lo que pasa en el país para contestar una preguntas fundamentales: ¿cuánto crece nuestra economía?, ¿Cuándo crecen los precios de los productos y servicios para los hogares?, ¿Cuánta gente hay en el país?, o, ¿Qué tanto producimos de un producto?

El eterno lio del DANE (y de todos los DANE del mundo) es que publica datos agregados y promedio, y por eso nadie se siente representado en ellos. Por ejemplo, si se dice que la inflación en 2016 terminó con un aumento de precios del 5,75%, fácilmente cualquier colombiano puede decir que eso es mentira porque la panela creció su precio en más de 60%, y que por eso el DANE miente, pero no se acuerda de que el precio de la zanahoria cayó un 36%, y que al sumar todo eso, la inflación del país simplemente no es solo la de la panela.

El gran problema es que solo 2 de cada 10 colombianos le cree a este gobierno, y por lo tanto todo lo que diga el DANE lleva esa misma carga, y si a esto se suma que se presentan dos mediciones, donde en una las cosas no van tan bien, la gente va creer la menos positiva, olvidando que el logro que ha tenido Colombia en los últimos años para reducir la pobreza es uno de los mejores del mundo. Así somos, menos pobres monetariamente, pero mentalmente pobres momentáneamente, debido a las pasiones políticas.

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