Se acercan las primeras comuniones en muchas ciudades del país, aprovechando el día de la virgen; en muchos colegios se adelantan miles de preparativos, alquileres de trajes, eventos, compra de elementos religiosos, y los padres desembolsan pagos por todas estas cosas, pese a que en una buena parte de ellos, ni hay factura, ni mucho menos pagos de IVA. Esto se suma a muchas otras cosas que se pagan en los colegios y que rara vez tienen un proceso formal de cobro, o facturas de soporte.
Esta situación deja ver que en muchos colegios, se ha creado un esquema de compras y pagos a terceros relacionados a con eventos como las primeras comuniones, los equipos deportivos, boletas o hasta los eventos culturales, donde los padres pagan por petición del colegio, a proveedores que no son formales y que seguramente están evadiendo impuestos.
Hemos creado un ambiente en que es normal pagar las cosas sin factura, bajo la excusa de no tener que pagar el IVA, o quizá porque no sabíamos que debíamos pagarlo, y así no solo fomentamos un esquema de empresas informales, sino que no nos damos cuenta, que nos están roban la plata.
Sería prudente que las autoridades tributarias y las educativas, comenzaran a revisar la trazabilidad legal de sus proveedores, porque incluso podrían ser cómplices o corresponsables del delito de evasión o de elusión de impuesto, por el simple hecho de contratar a un amigo, a un conocido, al hijo de un exalumno o hasta personas cercanas a las directivas.
Yo sé que es muy duro pagar de más y sobre todo si son impuestos, pero hemos dejado que algunos colegios permitan que una buena cantidad de personas y empresas nos vendan productos y servicios sin ser formales y demostrar que cobran y pagan los impuestos como debe ser.
El problema de pagar cosas a empresas que no facturan, es que en muchos casos no declaran sus impuestos y por ende no los pagan, robándonos en cada compra una plata que se queda en los bolsillos de ellos; pero esto ya es tan común para nosotros, que no nos preocupa, porque siempre ha sido así. Al final nos están robando y casi que pagamos porque nos roben.
Hágase la pregunta: ¿Cuántas cosas le ha pagado al colegio este año, y de cuantas tiene factura?