Tú entendiste que ser mujer no es ser mamá, en un mundo donde pocos comprenden eso.
La gente vive de las ideas superficiales que conocen, y entre esas, están los roles de las mujeres y los hombres. El hombre debe ser proveedor y la mujer debe ser madre, ya que afortunadamente, gracias a la valentía de muchas y pese a la testarudez de muchos, ya la mujer no es un ama de casa, sino amas del mundo.
Tu decisión es clara pero no sencilla ni simple. Sabes bien que en el fondo, tu instinto te invita a ser mamá, pero has oído ese mensaje con más cuidado y comprendiste que lo puedes interpretar de una manera diferente.
Ser mamá no es necesariamente tener hijos, porque tristemente conocemos de muchos casos de mujeres que dan a luz y distan mucho de ser madres; ni tu decisión tiene que ver con lo injusto o cruel puede ser traer hijos a este mundo.
Tú has tomado una decisión diferente, porque has comprendido algo en ti: quieres ser tú, quieres aprender de ti, darte a ti, explorar tus potencialidades y capacidades; quieres caminar por el mundo, no libre ni sin “el peso de un hogar”, sino con la certeza que puedes dar más al mundo que solo siendo madre, y que si bien sabes que serías la mejor mamá del mundo, prefieres ser la mejor mujer que puedas, sin la necesidad de definirte por tu maternidad.
Algunos dicen que no sientes lista o segura, que dudas de ti misma, o que eres una egoísta por pensar en ti y no en los hijos que debes tener; algunos son tan canallas que te juzgan y condenan en silencio, culpándote por los nietos que no le diste a tus padres, o los primos que tanto te han pedido. Siempre es fácil juzgar a los demás por no hacer lo que todos esperan de él, y admirarlos en silencio por lo que han logrado, cuando los carcome la vil endivia.
Hacer lo contrario a lo que siempre se ha hecho es duro, no porque sea imposible, sino porque muchos te quieren convencer que lo es.
Hoy, felicitas a tu mamá en su día, y esperas que ella entienda tu historia, tu camino, tu búsqueda, porque sabes que en el fondo, ella también quiso eso mismo para ella, y que por mil y una razones siguió otro camino. Mas, sabes que ella te comprende, así sea en silencio, pero te comprende.
Sigue tu camino, sabes que no será fácil, porque es como ir en contravía por una calle, donde todos te dicen que vas para el lado que no es, pero nadie se ha dado cuenta de que es una calle de doble vía.
Simplemente nuestras costumbres hacen que veamos un semáforo en verde con ojos de daltónicos, viendo el rojo en todos lados, en vez de comprender que como seres humanos, podemos seguir construyendo nuestra sociedad, sin retar las tradiciones, sino aumentándolas.
Tú forma de pensar –y más aún– tus acciones, han llevado la definición de mujer más lejos, porque la sacaste de rol de madre y para llevarla a donde debe estar, a ser más libre, más pura, más intensa, más.
¡Ánimo!, nada que valga la pena nunca ha sido fácil, y tú sabes que tú vales la pena.