Maduro está matando el legado de Chávez, es así de simple, y los venezolanos de todas las tendencias ya se dieron cuenta.

El llamado “socialismo del siglo XXI”, partió de la premisa de la voluntad popular, la cual está siendo arrebatada con la llamada a una constituyente que quiere acabar con el sueño de Hugo Chávez, borrando la carta magna que la revolución escribió, para mantener en el poder, a un gobierno incapaz, inepto y mucho más corrupto que el de la clase política venezolana que dio origen al alzamiento del pueblo contra sus dirigentes.

Esto ya no es un tema de la oposición contra el gobierno, ni de los pitiyanquis contra Venezuela, ni mucho menos de una conspiración desde Colombia para desestabilizar el régimen, y dejó de ser un tema de boliburgueses contra el pueblo: es Maduro con ganas de matar el legado de Chávez, y querer ser más que él, por la necesidad de quedarse en el poder.

Por esto, la misma fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, se levantó a defender la revolución, la Constitución y el Chavismo, antes que el madurismo lo mate, con una convocatoria inconstitucional, a espaldas de la voluntad del pueblo y usando a la Guardia Nacional Venezolana para aplastar la voz del venezolano.

Maduro está logrando lo imposible: que el chavismo y la oposición se unan para defender a Venezuela de un dictador que quiere cambiar el destino de ese país, para defender su pellejo y el de los criminales que tiene a su lado.

Maduro se cree más importante que Chávez, y por esto quiere acabar con la constitución que su antecesor y “buen amigo” escribió, dándole la espalda a la promesa de cambio social en su país, y llevándolo solo en unos años a una situación peor que la que había en Venezuela antes del ascenso de Chávez al poder.

Maduro ha destruido todo lo que Chávez hizo, y ahora quiere acabar con su constitución, para tomarse el poder y borrar el socialismo del siglo XX, la imagen del comandante de Chávez y aprovecharse del poder de los militares para gobernar una nación sin libertad y sin oportunidad.

Es hora que los venezolanos abran los ojos, porque si algunos creyeron que Chávez era el fin de la libertad y del progreso económico, Maduro es la llegada de la dictadura, el fin del futuro y el ocaso de la democracia.

Es momento en que opositores y chavistas se unan contra el madurismo para salvar a Venezuela, y que la muestren a la Guardia Nacional Venezolana, el papel de idiotas útiles que han tomado, para defender a unos gobernantes y no al pueblo que juraron proteger.

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