Me preocupa que buena parte de la lucha por la independencia de Cataluña sea porque ellos aportan muchos impuestos al país, y se le devuelven pocos; y me preocupa porque ese es el sentido de la redistribución del ingreso en todas la naciones del mundo, donde algunos que producen y ganan más, subsidian a quienes por diversas razones no lo hacen.

 

Si este concepto toma fuerza, no solo veremos muchos más intentos de independencia en el mundo, sino que si triunfan, en algunos años – quizá en décadas, podríamos ver cómo la gente que paga los impuestos dice que nos lo va a seguir pagando, porque se usan para subsidiar personas y que la plata no se dé le devuelve al aportante, y veríamos como el sistema tributario para mantener a los Estados colapsa, bajo la lógica que todo el dinero que se aporta, debe retornar a quién lo paga en sus mismas proporciones.

La libertad y el libre derecho de determinación de los pueblos, no se puede confundir con la violación de los derechos de los otros, que es lo que ocurre en el caso de una independencia, donde la defensa de los derechos de unos, va en contra de los derechos de otros; es obvio de una declaración de independencia es inconstitucional, porque claramente cambia la constitución de la nación que sea, pero lo que no se piensa es en los efectos de largo plazo de esa decisión.

En el pasado, España aportó mucho a Cataluña para su desarrollo y ahora que la Autonomía está bien, quiere irse de casa, a vivir sola, como si fuera un hijo que ha madurado, pero irse significa mucho más que un simple grito de independencia, porque no hace parte de la Comunidad Europea, no tiene tratados de libre comercio, no tiene la escala para mantener muchos de sus gastos fiscales, fuerzas armadas y su aparato de justicia estaría en sus inicios. Es una nueva nación, que tiene que comenzar casi de cero, para lograr mantener su calidad de vida; una calidad de vida que caerá por un tiempo, como pago del deseo cultural de independencia.

Esto conllevará a que España deba reajustar sus finanzas y otras Autonomías dejen de percibir el apoyo catalán, y se comenzará a generar una caída en el ingreso per cápita y la calidad de vida de los españoles, que deberán redefinir sus políticas públicas para volver a encaminar su economía. Al paso de unos años, quizá todo este nuevamente equilibrado, pero España y Cataluña, habrán perdido más de una década de crecimiento y de aumento de su calidad de vida, que nunca podrán recuperar, y el resto de Europa estará mejor que ellos, siendo testigos de cómo Cataluña pide ayudas financieras a mundo, para poder pasar el trago amargo de la independencia.

Sin duda mucho tiene que ver con la corrupción, las malas políticas públicas y la situación económica española, pero salir corriendo no es la salida, y esta independencia generará muchas más pobreza a Españoles y Catalanes de lo que están previendo, porque una de las cosas que los que aportan impuestos no ven fácilmente, es el enorme beneficio de tener economías de escala en la prestación de servicios sociales y nacionales, y sobre todo, la enorme utilidad de apoyar a las poblaciones menos favorecidas, porque mejoran las condiciones sociales, políticas y económicas del mercado. Fenómeno que se ve enormemente afectado por la corrupción, que es un cáncer creciente en el mundo y uno de los mejores argumentos para evadir impuestos.

No soy Catalán, pero creo que comprendo y respeto sus deseos nacionalistas; pero como ciudadano del mundo, alcanzó a comprender que si los ricos deciden irse a vivir solos porque no quieren apoyar a los más favorecidos, el mundo se complicará y la pobreza crecerá. Esto no tiene lógica, más allá de un sentimiento nacionalista.

 

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