¡Ah, el consumo, el consumo!, ese “monstruo de la actualidad. Como seres humanos parece que necesitamos crearnos miedos para darnos cuenta de las cosas que hacemos, corriendo el enorme riesgo de quedarnos con el temor y no con las cosas buenas que nos genera; les dijimos a las mujeres que eran brujas, a la vacuna que eran chips para rastrear a la gente e incluso llegamos a decir que los carros contaminan, cuando lo que contamina es su combustible. Es como gritar “ahí viene el lobo” y salimos corriendo ante cualquier cosa que llegue.

Consumismo, extraño término que se acuñó en algún momento a comienzos de los 1.800 y tomó fuerza en los 1960s, tiene hoy entre muchas definiciones que “es una tendencia del mundo contemporáneo que consiste en comprar y/o acumular bienes y servicios por encima de lo que se considera de primera necesidad”, lo cual simplemente deja ver lo poco que sabemos del consumo.

Consumimos para satisfacer nuestras necesidades, desde las más vitales (comer, dormir, vestirnos), hasta las mas complejas como la identidad, la seguridad y la realización personal; esto que hoy parece complejo, fue entendido por uno de los políticos liberales más famosos del siglo XX: John Fitzgerald Kennedy, JFK.

El 15 de marzo de 1962 – hace 60 años y por eso estamos de celebración hoy, JKF promulgó los derechos y deberes del consumidor, diciéndole al mundo entero que:

“Los consumidores, por definición, nos incluyen a todos. Son el grupo económico más grande de la economía, afectando y afectados por casi todas las decisiones económicas públicas y privadas. Dos tercios de todo el gasto en la economía es de los consumidores. Pero son el único grupo importante en la economía que no está organizado de manera efectiva, cuyas opiniones a menudo no se escuchan…”

 

Leer en el Link de la declaración completa de Kennedy:

https://www.presidency.ucsb.edu/documents/special-message-the-congress-protecting-the-consumer-interest

 

Oír el audio de la alocución presidencial sobre el tema:

 

En pocas palabras: es en el consumo donde se viven los derechos y deberes de los ciudadanos, siendo en este rol donde podemos ser libres y definir cómo queremos que sea nuestra calidad de vida, según las limitaciones del entorno y las personales. El libre mercado permite que escojamos entre dos gaseosas diferentes, o agua, o jugos, café o lo que sea, pero hasta el 15 de marzo de 1962, no existían leyes que protegieran al consumidor y le dieran claridad en sus deberes y derechos; y llegó Kennedy, en pleno hervor de los derechos civiles en los Estados Unidos y les dijo con esta norma: todos somos iguales ante la ley, libres para ser diferentes y debemos ser protegidos de abusos del mercado. Esto cambio todo.

Kennedy era un enorme visionario. Les dijo a sus ciudadanos que “No preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tú país”, recodificando el concepto de la ciudadanía pasiva a una fuerza activa dispuesta a construir una nación; paso seguido, les dijo que debían poner un hombre en la luna en una década, no porque fuera fácil sino porque era difícil y así mostrarían al mundo sus capacidades, y después les soluciono el embrollo de las minorías, diciendo que todos éramos consumidores y éramos al minoría mas vulnerable ante la ley, siendo negros, latinos, nativos o lo que fuese. Su visión era enorme, pero partía del concepto de la libertad.

Hoy, esto suena extraño mencionarlo en Colombia, en plena campaña electoral, donde se debate el futuro del país, el modelo económico, la participación política y muchas otras cosas, pero donde muy poco se habla del consumidor, del estatuto general del consumidor, de la calidad de los productos, de las garantías y de muchas otras cosas, que están en el día a día de las personas y mucho más en momentos de alta inflación, donde hay que ser muy hábil para poder repartir el ingreso en las cosas que queremos y necesitamos.

¿Saben quién salvo la economía el año pasado?, el consumo de hogares, siendo el 98% del crecimiento del PIB y llegando a ser más del 72% de toda la economía. Claro, esto no fue homogéneo, no beneficio a todos por igual, porque hay que recordar que en Colombia, cerca del 50% de la población es de ingresos bajos, pero solo hacen cerca del 25% del total del valor del gasto de los hogares y por eso, la fiesta del consumo que algunos viven, no la sienten muchos otros.

Sin embargo, que la mitad de la población este gastando e invirtiendo en muchos bienes y servicios, genera ventas, producción y por ende, empleo, que sin duda es una de las cosas que más necesitamos en este país.

Con esto quiero dejar claro que el consumo de los hogares salvó la economía colombiana en 2021 (y en otros años), que Kennedy comprendió que los derechos del consumidor son fundamentales en la democracia y que la mejor forma de participar es comprando y consumiendo, porque son decisiones libre que tomamos todos los días, pero no con esto no estoy afirmando, ni escondiendo, ni evadiendo que en muchos ámbitos del consumo hacemos las cosas mal y esto tiene enormes impactos en el medio ambiente, en la calidad de vida de las personas e incluso en la sensación sobre su vida, porque no solo contaminamos, sino que se han definido unos estándares de éxito, felicidad y logro que son inalcanzables para la mayoría: “!Sólo cuando tengas esto, será feliz!.”

Por esto, hoy, desde RADDAR, que celebra este día desde hace más de 15 años, y con el apoyo de CESA, ANDI, ANDA, ACOPI, Inexmoda, Acecolombia, otros gremios, más de 200 marcas, el Ministro de Hacienda, la Superintendencia de Industria y Comercio e incluso la Confederación Colombiana de Consumidores, los invitamos a celebrar los 60 años de los deberes y derechos del consumidor, que fueron proclamados por un gran liberal en otro país y que en Colombia los hemos defendido desde El Estatuto General del Consumidor (Ley 1480 de 2011), solo poniendo en sus redes sociales:

 

#GRACIASCONSUMIDORES

 

… aunque sé que muchos estarán tentados a poner cosas malas sobre el consumo, sobre las empresas y otras cosas negativas, porque todos hemos tenido alguna mala experiencia, pero gracias a lo que paso hace 60 años, es que hoy nos podemos quejar, demandar, exigir y luchar por lo que se nos prometió para satisfacer nuestras necesidades.

Nota: les dejo un video personal, donde hablo de la historia del consumo y abordo este tema de los derechos y deberes del consumidor.