Cada vez que conozco más sobre las abejas me llevo una dulce enseñanza.

Es fascinante saber que su lenguaje inicia con un baile, que cuentan con una capacidad excepcional para construir sus panales de forma perfecta, y que son creadoras de vida en el planeta tierra. Con ellas, he aprendido que los sistemas de comunicación que tanto me interesan investigar parten de la conciencia de la unidad, de esa conciencia donde no existe la separación y donde el individuo es la comunidad misma.

Siento que en estos tiempos de coyuntura, la importancia de la comunidad prima sobre la masa. El equilibrio, la valoración, la sostenibilidad y el reconocimiento personal y del otro, son los nuevos ejes de las estructuras sociales que se están gestando.

Sobre este punto aparecen las abejas a compartirnos su sentido de unidad, un profundo sentido que celebra la vida en comunión y resalta la conexión que tienen con todo cuanto existe. A continuación, comparto tres características de esta grandiosa expresión:

  1. Las abejas tienen un “estomago” social: Es una de la características que más me sorprendió cuando la escuché. Su “estómago” funciona como un saco de recolección, donde el alimento introducido le pertenece a toda la colonia de abejas. Cuando la abeja tiene hambre abre un poquito la válvula que enlaza el “estómago social” con el resto del conducto digestivo, y se nutre con aquello que necesita su cuerpo.El “estomago social” hace que la alimentación de todo el conjunto de abejas se convierta en un acto de unidad, de reconocimiento y de comunicación. La alimentación enlaza la conexión de la comunidad y unifica a cada individuo dentro de un solo cuerpo.
  2. La danza de las abejas: Cada vez que una abeja se encuentra con una fuente de alimento, regresa a su colmena y baila en forma circular o en infinitos para indicarle a las demás abejas el descubrimiento de dicha fuente. Su danza además de ser la expresión del gozo y riqueza compartida, es un tecnología biológica fascinante que indica la ubicación y la distancia de los alimentos.Considero este acto como una expresión hermosa del compartir, y quiero recordarlo y apropiarlo en mí, para que cuando encuentre una fuente de bienestar, de amor y felicidad pueda compartirla y multiplicarla con otros. Es una celebración de nuestra propia existencia.Este compartir, a la vez, es un fundamento del equilibrio con la naturaleza, pues la fuente de alimentación de las abejas es el néctar y el polen que se encuentra en las flores, y cada visita que una flor recibe por parte de una abeja, significa la expansión de su propia vida a través de la polinización.
  3. El zumbido de las abejas: El zumbido es uno de los principales medios de comunicación de las abejas. El movimiento de sus alas y su abdomen crean este poderoso sonido. Cuando las abejas vibran al unísono pueden afianzar una huella única como colmena y constituirse como una gran cuerpo, dotado de fortaleza y potencia. Esta característica me recuerda que no importa cuán grandes o pequeños seamos, nuestros potenciales se manifiestan en la unidad y la totalidad.

Cuanto hay por aprender de las abejas, quizás solo basta con girar nuestra mirada hacia su naturaleza y saborear sus enseñanzas.

Paola León – @frq1320

*Gracias a los apicultores Aleja y Pipe de Quibee – La Ruta de la Miel, por compartir todo su conocimiento y experiencia desde el puro amor que le tienen a la abejas, y cuidar de forma sostenible la labor que ellas realizan para la vida y la humanidad.