Hace poco estaba organizando mi habitación y limpiando esos cajones llenos de papeles y cosas que nunca utilizo, pero por alguna razón siempre guardo.
En uno de ellos encontré un cuaderno del año 2016, un cuaderno sin hojas en blanco, lleno de dibujos y garabatos. Generalmente, mis diarios tiene pocas palabras, suelo expresar lo que siento con la intensidad de mis trazos.
Así que fui detallando cada una de las páginas del cuaderno, hasta que encontré unos dibujos que retrataban los sueños y anhelos que tenía en ese entonces. Había pintado los escenarios que quería crear en cada área de mi vida para sentirme mejor: mis relaciones, mis proyectos y mi estilo de vida.
¡Todo se había cumplido! Los pequeños detalles que dibujé hace 4 años, hacen parte de lo que estoy viviendo en mi realidad actual, pero ¿saben qué es lo que más me sorprendió? Que hoy, en el 2020, tengo otro cuaderno de dibujos con escenarios que quiero crear en mi vida para sentirme nuevamente “mejor”.
Sentí un freno en seco. Y me pregunté a mí misma: ¿Y entonces…qué es lo que realmente quiero?
Es innegable que tengo un poder de creación, un poder que todos tenemos, y por ello agradezco y valoro lo que soy, lo que somos. Pero, si no sé qué es lo que realmente quiero, puedo pasar mi vida en ese constante loop y eterno descontento, que espera a que los sueños realizados me traigan plenitud y felicidad, sin disfrutar de lo que vivo día a día.
Por ahora me llevo esa y otras preguntas. Me abro a experimentar cómo es vivir disfrutando, sin juicios, los escenarios que son así, por el día de hoy.
Paola León – @frq1320