El storytelling es un término empleado en marketing para referirse al arte de contar historias para que el público empatice y se conecte sensiblemente con una marca. Son muchas las empresas multinacionales que han usado esta técnica para “enamorar a sus usuarios”, y por ello hoy quiero proponerles que la apliquen sin dudarlo, para completar y ser más exitosos en sus estrategias de comunicación.

¡Usemos el storytelling en tiempos de economía naranja!

Contar historias funciona para conectar emocionalmente con el público objetivo y transmitir ideas y valores que quiera proyectar la marca; pero antes de poner “manos a la obra” es necesario tener claro cuál es el mensaje que se quiere divulgar; ser coherente con la personalidad que tiene definida la marca (narrativa corporativa); y pensar en el público objetivo, porque no se trata de contar historias bonitas para si mismo, sino que encajen con el perfil del público.

La técnica aplica para todo tipo de empresas y marcas, pero si entramos en análisis particular de la apuesta de Colombia en el tema de economía naranja, el storytelling sería de valor agregado para todas las actividades que implican esta “industria” que se entiende como la transformación de ideas y sueños en bienes y servicios de valor simbólico. El arte de contar historias aplica también para convencer a una junta directiva o a un grupo de empleados para que respalden un nuevo proyecto; convocar nuevos inversores para tu empresa; atraer el interés de los medios de comunicación; generar movilizaciones por una causa y conseguir un empleo. Si lo ponemos en el contexto político, con ocasión de las elecciones de octubre, como dice Daniel Eskibel (Fundador de Maquiavelo) “la gente vota por el pasado, por eso la campaña electoral tiene que contar historias”…

Entonces ¿cómo hacer storytelling en tiempos de economía naranja?

A continuación tres ejes:

  1. A través de la historia de la marca y/o empresa:

Esto es: analizar el pasado de la marca y su trayectoria, rescatar las mejores anécdotas y hechos que se puedan destacar para construir una historia interesante. Una historia que resulte sencilla, admisible, emocionante, entretenida, entendible… El objetivo final es que después sea contada y compartida simplemente por el boca a boca.

Un ejemplo: La historia del fundador de Apple, Steve Jobs. Se habla del despido de su propia empresa y su retorno después, gracias a su esfuerzo y talento. (Reviva su historia aquí).

  1. Crea experiencia entre el público y la marca.

Su misión es convertir al público en el protagonista de la historia y de su experiencia vivida con la marca. Técnicamente se habla de marketing de experiencias, que al final consigue crear y reforzar vínculos emocionales (engagement); potenciar la visibilidad de la marca (notoriedad de la imagen), y cuando se palpita una buena experiencia, con seguridad se comparte como una buena historia vivida (viralidad).

  1. Conviértete en el embajador de la historia de otros.

Se trata de generar resonancia a las historias de personas que merecen ser destacadas por los valores que comparten con tu marca. No es necesario tener un personaje de la farándula, o un influenciador, se trata de conectar con personas del común, anónimas, que demuestran con sus acciones, una conexión real con tu marca.

Al final, una historia bien construida, tiene el poder de conmover no sólo al corazón y los sentimientos, sino también a la mente y el “bolsillo” del público que ve o escucha esa historia. ¡Pero ojo, no olvide seguir una buena estructura que contenga: (i) con quién quiere conectar, (ii) qué emoción quiere tocar, (iii) qué percepción quiere obtener como resultado, (iv) crea un personaje, (v) armar un planteamiento, nudo y desenlace!

Así que, ¿qué historia puede contar su marca? Use la creatividad, use el storytelling en tiempos de economía naranja.

 

 

@ANatalyLeal