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Hoy comienzo el segundo bloque los ejes estratégicos a abordar en la propuesta de la comunicación sostenible y para la sostenibilidad. Comenzaré explicando cómo la comunicación humana es un puente esencial hacia la conexión y comprensión, para luego desarrollar los tres ejes que, desde mi perspectiva están involucrados en este tema: la IA en la comunicación, herramientas digitales sin infoxicación y estrategias basadas en un sentido de comunidad. Desde mi punto de vista, la comunicación humana es un fenómeno fascinante y esencial en nuestras vidas. Nos permite conectarnos, expresarnos, comprender y colaborar. Sin embargo, en un mundo cada vez más digitalizado y tecnológicamente avanzado, a menudo olvidamos el valor intrínseco de la comunicación cara a cara y la importancia de acciones que aseguran su efectividad. Recordemos la apuesta del “derecho a entender”, que implica considerar el lenguaje, las técnicas de conexión, el humanismo y las metodologías de innovación, entre otros aspectos.
Desde el “derecho a entender”
Es crucial comprender por qué necesitamos establecer acciones que garanticen comunicaciones acertadas. En un sentido básico, la comunicación es la piedra angular de nuestras interacciones sociales y profesionales. Una comunicación clara y efectiva es fundamental para el éxito en todas las áreas de la vida. Desde relaciones personales hasta ambientes laborales, la habilidad de transmitir ideas, sentimientos y necesidades de manera comprensible es vital para el desarrollo humano y el progreso colectivo. A medida que avanzamos en la era digital, las herramientas tecnológicas se han convertido en un componente integral de nuestro proceso comunicativo. Desde correos electrónicos, pasando por las redes sociales, hasta la Inteligencia Artificial, estas herramientas ofrecen una variedad de formas para conectarnos y compartir información. Sin embargo, es importante recordar que son solo eso: herramientas. La verdadera comunicación humana va más allá de simples intercambios de datos. Requiere empatía, comprensión y la capacidad de interpretar no solo las palabras, sino también los matices emocionales y contextuales. Hoy en día, por ejemplo, las empresas capacitan a sus directivos para emitir comunicaciones basadas en mensajes clave sencillos y veraces, mientras que los políticos usan las emociones para dirigir mensajes que las personas están esperando escuchar, según sus análisis de datos, entre otros aspectos. Entonces, si bien las herramientas tecnológicas pueden facilitar la comunicación, no pueden reemplazar la autenticidad y la conexión que surge del contacto humano directo. Las expresiones faciales, el tono de voz y otros aspectos no verbales desempeñan un papel crucial en la transmisión de significado y emociones; pero también la claridad, la veracidad y el lenguaje incluyente, tal y como lo mencioné en las pasadas entradas sobre “el derecho a entender” Así que, es fundamental equilibrar el uso de la tecnología con interacciones humanas. ¿O no les ha pasado que los chats bots responden cosas que a veces no necesitamos y no nos dan la opción de hacer preguntas más abiertas?. Aquí también aplica que la comunicación debe ir más allá de promocionar los servicios de la organización o compartir sus logros… Todo esto tiene que ver con la sostenibilidad, ya que es un concepto y un modelo de trabajo que juega un papel fundamental en la forma en que abordamos la comunicación humana en la sociedad y en las empresas. La comunicación efectiva y compasiva no solo promueve relaciones más saludables, sino que también contribuye a la construcción de organizaciones y comunidades más sólidas y resistentes. Al fomentar una cultura de transparencia, colaboración y respeto mutuo, podemos fortalecer el tejido social y crear entornos que fomenten el crecimiento personal y colectivo.
Conclusión
La comunicación humana es un arte que debe ser cultivado y valorado. Requiere práctica, paciencia y una disposición para escuchar y comprender a los demás. Si bien las herramientas tecnológicas pueden ser útiles, son los seres humanos los que poseen la capacidad única de conectarse a un nivel más profundo y generar un verdadero entendimiento entre las personas. Al reconocer y honrar esta verdad, podemos construir un mundo más humano, donde la comunicación sea un puente hacia la comprensión, la colaboración y el progreso compartido. ¿Quieres saber más? ¡Hablemos!
