¡Hola! Hace
poco fui invitado a un programa especial sobre agüeros y supersticiones. Como
siempre ya me estoy acostumbrando a contestar preguntas sobre cuáles son los
rituales más eficaces para final de año y con ellos, poder cumplir todos nuestros
deseos. Por esta época normalmente la magia toma un rol protagónico debido al
cambio de ciclo, y a la implicación que tienen los deseos y los compromisos
para el próximo año.

¿En que
ciclo estamos?

 Sabemos que
venimos cambiando la vibración desde el 23 de septiembre, y aunque oficialmente
la fecha del año cambia el 1ero de enero, también reconocemos que la vibración
completa del año se «asienta» sólo hasta el primer plenilunio de febrero (o sea
cuando en oriente, se celebra el año chino). En una próxima edición de este
blog comentaré cuáles son los 12 rituales de fin de año para cada signo del
zodíaco. Sin embargo en esta ocasión, quiero centrarme en la importancia de
saber exactamente que debemos y que queremos pedir dentro de los «propósitos de
fin de año».

 

Alejandro
Magno y el guardián celestial

 Hoy quiero
traer a colación una vieja historia sufí, (la cuál no por vieja es
inútil).  Esta historia cuenta cuando
Alejandro  murió y subió al cielo. Como
sabemos Alejandro llegó a conquistar el Asia menor y llegar hasta los confines
de la India. Si
no es por la negativa  (huelga) de sus
tropas para seguir adelante seguramente su proyecto de conquista mundial habría
sido un éxito. Pero bueno… volviendo a nuestra historia, Alejandro estaba a las
puertas del cielo  y llegó cargado de
tesoros inmensos que no lo dejaban ni caminar. Al verlo, el encargado de abrir
las puertas del paraíso le recriminó mientras reía diciéndole: ¿Por qué llevas
tantas cargas? A lo que Alejandro sorprendido respondió: ¡No sé a que te
refieres!, entonces el guardián le dio una balanza y puso un ojo humano en un
extremo mientras le pedía a Alejandro que depositara toda su fama, su grandeza,
sus tesoros y sus reinos en el otro extremo.  Sorprendentemente el ojo seguía siendo más
pesado que todo lo ganado por el conquistador. El guardián dijo: «ante el ojo
humano no hay ninguna riqueza o poder que sea suficiente, nada lo puede llenar
ni hacerlo completamente feliz», después el guardián sopló fuerte sobre el ojo
y este se cerró para parpadear, perdiendo todo su peso. «El ojo del deseo
pierde su peso cuando permitimos un aire de iluminación y conciencia» dijo el
guardián. El deseo se pierde y lo único que queda son las necesidades que no
son tan pesadas. Si los hombres cargaran solamente con sus necesidades básicas,
la tensión bajaría y dejaríamos de transformarnos en bestias que necesitan más
y más. Por eso, el reconocido refrán acerca de aquél que tiene riqueza, no por
lo que más posee sino por lo que menos necesita, es cada vez más pertinente.

Tomando un respiro…

En este
punto del año, cuando comenzamos a reflexionar sobre todo lo realizado y todo
lo que nos falta por realizar, ojala podamos ser cada vez más concientes de la
diferencia entre nuestras verdaderas necesidades y nuestros deseos muchas veces
caprichosos. Cuando la mitad del país se prepara para la fiesta y la otra mitad
esta con el agua al cuello, es un buen momento, no solo para dar gracias a Dios
por lo que tenemos sino también para ayudar con lo que tengamos a nuestro
alcance a aquellas personas que lo necesitan.

 

Y ustedes
¿Se han sentido atrapados por sus deseos? ¿Se comparan constantemente con otras
personas sobre lo que son o lo que tienen? ¿Dentro de los propósitos de final de
año, hay más ambición que equilibrio? Les recuerdo que pueden enviarme sus
preguntas y comentarios a mi correo electrónico, visitar mi página web, o
unirse a nuestro grupo en facebook.  Si
desean realizar una consulta a través del oráculo de los ángeles o un ritual
especial de fin de año, pueden llamar al 3107880595 en Bogotá.

 

INVITACIÓN

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todos a las víctimas del invierno, con nuestra donación (http://www.darporcolombia.com/) o
ingresando a la página oficial de la
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