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La propuesta pretende solucionar la precisión en la comunicación entre los colombianos que a diario deben acudir a alguna edificación, dado que no se tiene el consenso acerca de donde se encuentra propiamente el primer piso.
En muchas edificaciones se refiere al ” PP” como el primer piso, pero ¿Cuál es el primer piso?, ¿El que se encuentra a nivel del acceso, a nivel de la tierra (“par terre” en Francia ó “bajo” en España) ó el que se debe acceder por escaleras o ascensor subiendo desde el acceso o desde un sótano de parqueaderos?.
Para generar una propuesta práctica, debería establecerse por ley y generar un cambio automático de nomenclaturas internas dentro de los edificios, que en adelante el ” Nivel cero ” se le asigne al ” Nivel de la tierra”que coincida con el acceso de peatones (en algunos edificios los parqueaderos pueden estar por encima del nivel de acceso), los demás niveles partirán de este nivel, hacia abajo ó hacia arriba y su denominación debe ser por ejemplo si es hacia abajo, “sótanos” ó “niveles” en orden -1, -2, -3,etc… o con números positivos desde el más elevado hasta el más bajo, de manera independiente si se trata de parqueaderos o no. Hacia arriba se establecería el nivel 1,2,3,4,etc…que podría coincidir con el nombre de “pisos”, en todo caso el primer piso no se asimilaría al nivel cero.
El asunto no es fácil porque en la práctica existen mezzanines, altillos, manzardas, buhardas, buhardillas, sotabancos, zaquizamís, entrepisos, repotenciaciones, pisos intermedios, incluso varios prepisos antes del asimilado como primer piso, sobre los cuales la ley propuesta debería ocuparse con precisión con los aportes de arquitectos y profesionales especializados en el tema, además el asunto se complica si se tienen en consideración, los nuevos nombres que van apareciendo en materia constructiva, muchos extranjeros e incluso deformados e inventados, como son los siguientes: Duplex, simplex, triplex ( entiéndase diferente a la madera aglomerada), Loft (quizás de Luft= aire en alemán) , Feng Shui (referido mejor quizás como “bioenergético” ó ” botánico”), espacios residuales y otros y ni que decir de la pérdida del piso “13” en algunos casos.
Para finalizar esta propuesta, también se deben reglamentar en contra de los opuestos a la uniformidad, pero en aras de un mejor entendimiento, los tamaños, la iluminación, la reflectividad, el idioma o las palabras involucradas, los colores y otras consideraciones acerca de los avisos utilizados en la identificación de los niveles y en especial referirse a la mimetización de las nomenclaturas cuando se emplean colores iguales para el fondo y para lo escrito.
Como se observa, el asunto si tiene que ver con el correcto manejo del idioma y la comunicación.