Estas etiquetas a menudo se usan en los medio de comunicación social, casi a diario, para referirse a la región más conflictiva del mundo, particularmente cuando se trata del conflicto Israel-Palestina o todo lo relacionado con Irak o Irán.

El asunto es que estos conceptos engloban una extensa región territorial, cuyos límites son poco claros y están muy cargados de política.

Algunos libros hablan de Oriente Próximo para referirse a Afganistán, India, Paquistán y sus países limítrofes. Mientras que el término «Oriente Medio» incluyen arbitrariamente Bahréin, Egipto, Irán, Iraq, Israel, Jordania, Kuwait, Líbano, Omán, Qatar, Arabia Saudí, Sudán, Somalia, Siria, Turquía, los Emiratos Árabes Unidos, Yemen y los territorios controlados por la Autoridad Nacional Palestina (la Franja de Gaza y parte de Cisjordania). Egipto y su Península de Sinaí en Asia, suele considerarse parte del Oriente Medio, aunque la mayor parte del territorio geográficamente esté en África del Norte.

Los medios, cada vez más, llaman «norteafricanas» (o magrebíes) a las naciones de África del Norte sin lazos con Asia, como Libia, Túnez y Argelia, contraponiéndolas al Oriente Medio (Pakistán a Egipto -en Asia). Sin embargo, pueden ser consideradas parte del Oriente Medio. Somalia, un país islámico de África Oriental, es, como Pakistán también es considerada como parte del «Gran Oriente Medio». Otros países que ocasionalmente se incluyen en la definición son los de la región del Cáucaso (Azerbaiyán, Armenia y Georgia), Chipre y el Magreb.

Con alguna frecuencia se incluye el término Oriente Próximo dentro del llamado Medio Oriente, aumentando la confusión. Para colmo hay quienes lo usan como sinónimos, para contrastarlo con el Extremo Oriente, que incluye India China, Corea, Japón y otros países del Pacífico.

Se comenzó a hablar de Medio Oriente a comienzos de Siglo XX, tras la Primera Guerra Mundial, cuando el Imperio Otomán, fue dividido en pequeñas naciones y el posterior establecimiento de Israel en 1948 y la pérdida de influencia política en la región del Reino Unido y Francia, cuyo poderío fue asumido por los Estados Unidos.

La región adquirió una nueva importancia económica y estratégica con el descubrimiento del petróleo, especialmente para Arabia Saudita, Irán, Kuwait, Irak y los Emiratos Árabes Unidos (fundados en 1971), países que comenzaron a producción el crudo en grandes cantidades. Esa influencia internacional lejos de amainar con el tiempo, se ha mantenido y algunos dirían que hasta reforzado, sea cual sea el concepto con el cual se quiera encasillar.