Sorprendentemente pocos bogotanos conocen de la existencia o ubicación de Choachi, un pueblo de clima agradable en las laderas de un valle al que se llega atravesando los cerros orientales por una via pavimentada que pasa entre Monserrate y Guadalupe. Entre los que sí conocen este lugar, probablemente la mayoría lo identifique por su balneario de aguas termales que francamente no es lo que más me gusta a mí.

Aún menos personas saben que antes de existir la carretera, el tránsito se hacía a pié o en mula por los caminos reales que pasan por el páramo el Verjón y que descendiendo se puede disfrutar de uno de los paisajes de montaña más espectaculares e imponentes cercanos a la urbe.

Pero bueno, esa es la ventaja de practicar el MTB, que nosotros si viviremos este paisaje y recorreremos este camino en nuestra “mula” moderna de dos ruedas, en un plan de Enduro con alta exigencia técnica.

El plan comienza a 3300 metros, en la entrada al parque Ecológico Mata Redonda al que recomendamos visitar para caminar también y perderse un rato en el páramo. Ahí paga los 7000 pesos de entrada y busca el camino que se va angostando hasta la cima en los 3450. Trate de hacer esta subidita sin bajarse para calentar piernas y una vez allí prepárese para la diversión.

El camino está bien empedrado, con escalones pronunciados, en partes lisos por la humedad y la pendiente es fuerte así que no le vamos a mentir, si no tiene la práctica o un instinto suicida espere un poco para hacer esta ruta. Pero si lo suyo es enfrentarse y disfrutar de senderos técnicos que lo exijan, aquí se dará un banquete de adrenalina. Naturalmente si practica downhill, pasará por estos senderos como alma que lleva el diablo, nosotros a un paso un poco más lento pero con igual de diversión bajamos por los retos que ofrece esta ruta para bajarnos de la bici como curvas cerradas, piedras atravesadas y escalones asustadores.

Así vaya a toda mecha con toda seguridad va a tener que parar para admirar el paisaje de las paredes de roca y vegetación que emergen imponentes mirando al valle, es francamente espectacular. Hay algunos desvíos que debe saber tomar. Nosotros continuamos desafiando nuestras habilidades, los frenos y la suspensión de la bici en la parte final que permite tomar un poco más de velocidad hasta llegar a la carretera.

Aquí empata con el camino y entre fincas sigue el curso a toda velocidad por carretera destapada, tanto que puede pasarse a entrada de nuevo al camino para otro tramo técnico que vuelve a llegar al carreteable. Al final de este puede tomar una decisión. Se devuelve pedaleando por esta o sigue su descenso hasta Choachi por tramos menos técnicos pero muy rápidos.

Nosotros, que disfrutamos las subidas y bajadas decidimos regresar montando. Es una subida fuerte por destapado y luego por la carretera pavimentada cuya ventaja es el poco tráfico que usualmente tiene pero que es de cuidado por lo angosta. La subida es igualmente espectacular al encontrarse de nuevo las montañas pero esta vez de frente por una carretera que recién se construyó a mediados de siglo pasado. No olvide parar a recargar energías consumiendo los productos de alguno de los campesinos que bajan de sus fincas con cuajada, yogurt, almojábanas.

Si decide bajar en cambio, suelte un poco el freno y continúe entre vegetación cambiante de frio a calor hacia Choachi a 1600 metros abajo. Allí una comida para recargar y suba las bicicletas en algún transporte. Claro siempre está la posibilidad de irse pedaleando y mucha suerte le deseamos en esas 2 horas subiendo.

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