Si con este título, amigo lector, Usted se está imaginando pares de letras como la t y la l, como la u y la i, como la b y la d, o como la g y la q, pues está en lo cierto.  Se trata de eso, precisamente, existen pares de letras cuyas formas gráficas son muy similares, lo cual se convierte en un factor de riesgo a la hora de escribir correctamente un texto, como también en el momento de revisarlo.

A muchos nos ha sucedido, por ejemplo, que por exceso de velocidad al escribir, por defectos del teclado, por descuido, o por tener algún problema visual, hemos llegado a pasar por alto cosas tan extrañas como «el gueso rattado», «cualguier parecudo» o «el úllimo bisco», cuando el propósito era decir «el queso rallado», «cualquier parecido» o «el último disco».

En la próxima entrega veremos un caso similar, de reciente publicación, y originado en la edición impresa del  periódico EL TIEMPO.