Internauta por obligación. Ingeniero por profesión. Editor de televisión y webmaster por oficio. Corrector de textos por afición y por solidaridad con quienes lo solicitan, y por física necesidad de decir algo con respecto a lo que en los medios se publica diariamente. Y aspirante a mejorador de comunicaciones escritas en donde sea necesario. Ésta puede ser una autobiografía breve y suficiente de Jairo Alberto García Sánchez, quien, nacido en Rionegro, criado en Medellín y residente en Bello, Antioquia, Colombia, plantea desde aquí una invitación permanente a quienes comparten el deseo de aportar al mejoramiento de los textos publicados en medios escritos y en páginas Web, principalmente, por medio de la presentación de casos concretos encontrados en cualquiera de las muchas fuentes posibles.
Pues sí, “don Avispón”, a mí también me parece más elocuente y más bonito hablar del cielo con mayúscula inicial, aunque la verdad es que ese cielo, en particular, no parece exigir la mayúscula según opina, por ejemplo, la RAE en el sitio al cual conduce este enlace:
El hermoso privilegio de ser padres, al que usted se refiere, nos viene dado del Cielo, no del cielo; porque lo más que cae de éste es tan sólo lluvia.
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Pues sí, “don Avispón”, a mí también me parece más elocuente y más bonito hablar del cielo con mayúscula inicial, aunque la verdad es que ese cielo, en particular, no parece exigir la mayúscula según opina, por ejemplo, la RAE en el sitio al cual conduce este enlace:
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=Cielo
Como se ve, la tercera acepción es la que describe mejor el sentido de la expresión que utilicé: “Dios o su Providencia”.
Muchas gracias de nuevo, “don Avispón”, por sus contribuciones; siempre bienvenidas.
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El hermoso privilegio de ser padres, al que usted se refiere, nos viene dado del Cielo, no del cielo; porque lo más que cae de éste es tan sólo lluvia.
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