En el reciente evento que organizó el Consejo Gremial en la COP16 celebrada con éxito en Cali, moderé un panel que evidenció, con ejemplos inspiradores, que la agricultura puede ser productiva, rentable y a la vez respetuosa con el medio ambiente. Ejemplo tras ejemplo, conferencistas y panelistas demostraron que el equilibrio entre innovación, tecnologías y biodiversidad no sólo es posible, sino necesario.

Uno de los casos más destacados se centró en innovaciones en el manejo de nutrientes, la agricultura regenerativa y el uso de biológicos, innovaciones que ya están cambiando el agro porque juegan un papel crucial que ojalá lleguen a Colombia en su totalidad. Sin embargo, surge una pregunta: si tenemos tantos ejemplos sólidos ¿por qué no hemos superado de manera sistémica los desafíos sociales, económicos y ambientales?

La respuesta exige un cambio radical. Necesitamos un verdadero ‘revolcón de la sostenibilidad’ que escale las soluciones efectivas, proyectándonos hacia el año 2030, que está a la vuelta de la esquina. Tomemos lo que ha demostrado éxito y llevémoslo a escala, con visión y decisión.

El Modelo de Manejo Agronómico Disruptivo, del que he hablado en este blog, es un ejemplo de cómo integrar productividad, bienestar y sostenibilidad. Este y otros modelos basados en el valor compartido demuestran que crea valor económico, social y ambiental es posible y urgente.

La rentabilidad y la sostenibilidad no son polos opuestos. La COP16 dejó en claro que se complementa. ¡Es momento de actuar, vamos por la transformación que el agro necesita, no hay tiempo que perder!

Crédito foto: ANDI