Un regalo a nuestra ciudad       

Anoche en el Jorge Eliécer Gaitán y mientras el violinista de origen libanés y ascendencia armenia Ara Malikian se metía al público asistente al bolsillo, como quien no quiere la cosa, contó y luego afirmó con música, que con sus compañeros de trabajo habían ultimado los detalles y acordes de una composición que le dedicaron a Bogotá: La Fantasía Rola N° 3. Rola, porque el público cuando el músico indagó sobre la manera en que le dicen coloquialmente a los bogotanos, le gritó ‘rolos’ y la fantasía obviamente, con el beneplácito del público asistente terminó siendo ‘rola’.

Qué buena fiesta es un espectáculo con este Malikian. Virtuoso violinista, el hombre con su pinta de metalero y junto a su agrupación, logran en un espectáculo de algo más de dos horas, hacer un recorrido de fantasía por todos los vericuetos de la música. Un verdadero cruce de caminos en el que para nada suena raro ni extraño, que al lado de piezas de Bach, Vivaldi o Manuel de Falla, suenen las notas también de Led Zeppelin, David Bowie o Radiohead, sin echar en saco roto las composiciones propias.

Es todo un espectáculo verlo y oírlo. El músico desde las primeras notas se comunica con el público a través de una serie de narraciones que con gran sentido cómico va contando de sus inicios musicales, de sus gustos, de las influencias recibidas, de los países en los que ha vivido, los músicos con los que ha tocado y las situaciones apremiantes por las que ha pasado. Y mientras reímos, no podemos dejar de pensar en si esas situaciones que el hombre lleva hasta el punto más dramático, en realidad lo fueron, si hacen parte de un libreto bien ensayado, o si son la combinación de las dos: ficción y realidad contadas con un tono teatral con el que cautiva. Y oírlo en lo musical, es otra faceta donde también con una muy ensayada coreografía logra convertirse en el centro de un espectáculo al que seguramente desde el más exigente hasta el más escéptico, dibujan una sonrisa de satisfacción en su rostro.

Acompañado de su tropa de músicos (dos violinistas, una contrabajista, una violonchelista y dos percusionistas), logra acercarse sin ninguna dificultad al público pues combina las canciones que muchos han coreado de sus ídolos como la emblemática Life on Mars de un Bowie setentero o la Kashmir de Zeppelin y en la que Malikian realiza con el violín los solos que Jimmy Page hace con su guitarra y los timbres de voz de Robert Plant, con versiones libre pero fiel al espíritu de los compositores clásicos como sucede con la interpretación del Verano de las Cuatro estaciones de Vivaldi, por ejemplo. Y no hay que olvidar que Malikian cuenta con el respaldo de 24 discos publicados.

Le queda tiempo para los homenajes y las conmemoraciones. Homenaje como el que le hace a Paco de Lucía a quien magnifica con palabras y música y conmemoraciones como la que le hace al pueblo de sus mayores, a través de una muy sentida composición al genocidio armenio, producto de la deportación forzosa, violaciones, torturas y extermino de por al menos millón y medio de civiles armenios y llevadas a cabo por el gobierno de los Jóvenes Turcos en el Imperio otomano entre 1915 y 1923 y del que nadie dice nada, como reclama el propio Malikian.

Estará en el Jorge Eliécer Gaitán en cuatro presentaciones más hasta el próximo lunes 3 de octubre, invitado por el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá, quienes ya lo habían este año.

Vale la pena. No hay que perderse esta oportunidad. Recuerden que por el plebiscito del domingo, desde las 6:00 de la tarde del sábado tendremos ley seca. Pues bien, oportunidad para que esos pesos que derrochamos los colombianos en discotecas, estancos y bares, se los destinemos a la cultura.

Tienen que irse acostumbrando los guerreristas a este tipo de apuestas culturales que vendrán a acompañarnos. Es otra manera de decirle Sí a la paz e ir desterrando las palabras y los hechos bélicos de nuestras vidas que nos han acompañado por algo más de medio siglo.

Video para que se emocionen. Las fotografías fueron tomadas por este servidor.

@culturatotal