En 2010 la Liga Francesa prohibió en sus partidos el uso de la vuvuzela. En el Mundial Brasil 2014 la FIFA también hizo la restricción y le sacó tarjeta roja. De esta forma, las autoridades del fútbol tomaron medidas sobre el código de conducta de la hinchada en los partidos.

Este ejemplo, lo deberían tomar los mandatarios de las ciudades: alcaldes y alcaldesas que viven en la contaminación auditiva más impresionante cuando a la hinchada de carros particulares, motos y buses les da por pegarse del pito ensordecedor, generando gran estruendo y más caos a la ciudad. Ya no es asunto de hora pico,  el ruido es a toda hora, y por cualquier motivo que los conductores se dedican a pitar, pitar y pitar.

No les de miedo señores alcaldes sacar la tarjeta roja y reglamentar la pitadera. En algunas ciudades, los conductores pitan aún cuando los semáforos están en naranja y rojo. Las mototaxis y busetas pitan para que los pasajeros usen su servicio; pitan al girar a la derecha o a la izquierda; pitan para hacerle piropos a mujeres y hombres. Es gente condenada al trancón y al ruido porque a diferencia del fútbol que produce emoción, alegría y euforia, motivos para celebrar con ruido; la movilidad urbana, en cambio, solo genera frustración y estrés  a los conductores desesperados y la ciudadanía en general.

Si los alcaldes ya tomaron medidas para disminuir la contaminación auditiva en sus ciudades y municipios, entonces deben hacer cumplir la medida.  Si por el contrario, no lo han hecho y siguen afectando la calidad de vida de la ciudadanía por los decibeles que manejan los conductores, los espera una oportunidad De Gambeta para darle otro rumbo al partido.

Las vuvuzelas causan trauma acústico y migrañas por su alto nivel de ruido. Los pitos causan lo mismo, pero además si el ruido es el pan de cada día, pues terminan por afectar la salud. Los estudios de las Universidades de los Andes, la Nacional han analizado el tema por si las autoridades quieren más argumentos para reglamentar las medidas, antes de que el electorado les saque tarjeta roja, y no repitan alcaldes de los mismos partidos.

El artículo 104 del Código Nacional de Tránsito (Ley 769 de 2002) señala: «Todo vehículo deberá estar provisto de un aparato para producir señales acústicas de intensidad», pero además enuncia que será «utilizable únicamente para prevención de accidentes y para casos de emergencia».

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