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«Yo valoro mucho mi pasado católico. Me enseñó, entre otras cosas, a no tener miedo del rigor intelectual». Terry Eagleton

Previosly on, la conocida red social, una amiga X, con las que uno se crió, publicó esto:

El buen comunista

El buen comunista

Meme que venía del grupo público ‘No más FARC’ y tenía allí 113 ‘me gusta’. Ponele. ) Ni hablar de los comentarios, los cuales no vale la pena reproducirlos porque son la repetición de las peroratas de siempre, esas que combinan verdades con mentiras y confunden. Frases que a fuerza de repetirlas se han grabado a fuego como verdades comprobadas, y que en una discusión apenas resisten una contraposición.

Me sorprendí en la primera impresión, no porque no hubiese leído antes ese comentario, sino por la persona que lo hizo. Ella es una cristiana que muestra orgullosa su fe sin llegar a fastidiar. Sin hacerse silenciar. Si no fuese por las escasas menciones explícitas a su práctica religiosa no se diferenciaría mucho del de otros amigos míos: familia, gustos particulares, algunos chistes, el comentario político. Una amiga con la que me crié, una persona que considero normal y a la que le reconozco su inteligencia. Por eso es que me jode tanto el meme.

Jode porque es la representación del mal en tanto ella es ‘gente bien’. No es una loca de temer. El primer comentario que había era de I, otra de sus amigas. I le decía a X que su papá era un comunista y que elIa prefería verle vivo y con sus ideales intactos. Ideales que hablan de ver un país libre de desigualdades que muy probablemente nosotros no logremos entender al estar absorbidos por tanto consumismo y la buena vida. Remata diciendo «Y nos decimos buenos. Me río de eso. Hipócritas».

Quise decirle en su muro cuanto me duele ver que ella repite esas retahílas y lo repugnante que me parecen; pero desistí. Me acordé que la discusión con personas así termina con la falacia ad baculum: en donde la razón se sustituye por la intimidación, en donde lo que se busca no es engañar sino reducir al silencio. X ripostó a I escribiendo que no era contra del papa de I su publicación. ¡Vea pues! ¿Y entonces contra quién? ¿Será contra el comunista anónimo, el que no le duela a nadie? Ese no existe querida X. La paz no está en lugar en donde todos piensen lo mismo, la paz está en el respeto por las ideas y creencias del otro. La paz está cuando nos demos cuenta que el antónimo de guerra no es paz sino justicia e igualdad.

Mi amiga X en su pobre respuesta mencionaba a Dios, que Él entregó al hombre el poder para señorearse sobre la tierra… ¡ah canalla ese Dios! qué flaco favor ese que nos dio entonces. Si no se han enterado mis amigos cristianos somos 7000 millones, como dice el gran combo, no hay cama pa tanta gente. Entonces supongo que para ella está bien que llegue alguno más poderoso con ideales o moral diferente y decida sobre a ella, su familia y sus bienes. Que hagan lo que bien convenga en tanto tiene el poder entregado por Dios y actuaría de acuerdo a las sagradas escrituras. ¿Será que sí? O desde esa perspectiva el tal señorío del hombre no se ve tan chévere.

X habla del demostrado fracaso del comunismo, verdad, y las utopías del mismo, verdad también. Y sí, utópico es pensar que alguna vez vamos a ser todos iguales. Particularmente espero que nunca lo seamos, mientras tanto invito a X a que analice con su inteligencia las contradicciones palpables del capitalismo. Como por ejemplo ¿qué nos iguala más que el consumismo? Si hoy todos queremos ser como gringos: hablar como ellos, vestirnos como ellos y tener lo que ellos tienen. Imitándolos. Hoy todos estamos siendo prosumers —productores y consumidores de contenidos— Somos la generación del palito selfie, porque para qué los demás si yo ya puedo hacer todo para mi mismo. Ya ni siquiera necesito pedirle ese favor al otro… ¡lindo ese mundo!

Los cristianos piensan que la gente que no cree creer son también seres amorales, como si inmediatamente uno se volviera sicópata, y me pregunto ¿cuál es esta moral cristiana para la que solo los muertos de un lado son dignos de las lágrimas de un país y los otros son celebrados? Y para no caer en hipocresía ha habido muchos con los cuales ha sido imposible ocultar la alegría. Gacha, Escobar, Reyes, Jojoy, Marulanda, Cano. Porque es muy difícil pelear contra un monstruo sin convertirse en uno en el proceso; pero es que somos los buenos, o al menos eso pretendemos, y si de verdad lo somos hay que demostrarlo mediante el respeto a las leyes y las normas, sino… el salvaje oeste.

Ve, ¿te viste el docu The Act Of Killing?

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