Molén Antolin: ¡Hola! Es un gusto compartir este espacio con Erika Diep y hoy nos va a platicar del bien vivir.
Erika Diep: ¡Hola! he tratado mucho tiempo en entender algunos conceptos, en aclarar mi cabeza acerca de todo lo que veo constantemente en las redes sociales y los medios de comunicación, como el que hay que meditar, busca el equilibrio, be vegan, adquiere un cuerpo fitness, y sí, en realidad uno busca siempre el bienestar, el estar bien, el lucir radiante, pero de pronto olvidamos que cada uno de nosotros somos eso “uno”. Un ser independiente de los demás, y créanme que me he tardado mucho tiempo en entender que lo que es bueno para unos no lo es para todos.
La meta, supongo bastante generalizada, es lograr un buen vivir para cada quien, no hay truco, no hay magia, simplemente es ser honestos con nosotros mismos. ¿Qué te hace bien a tí?, ¿Cómo te sientes agusto tú? ¿En dónde encajas bien?
He querido ser como otras personas varias ocasiones, y con el afán de parecerme a esas personas a las que admiro, he buscado cambiar mi estilo, arreglarme más chic, transformar mi personalidad para que la gente me vea y perciba como las ideas que formé en mi mente, pero en definitiva eso no es lo que necesito, no lo que necesitas tú.
De entrada, aceptar quienes somos y cómo somos es el principio para vivir bien, pues por más que hagamos, nuestra esencia siempre estará presente y si no la aceptamos sufrimos constantemente, pues al no poderla cambiar nos sentimos fracasados y frustrados.
Desde dietas idiotas que dañaron mi salud y rutinas de ejercicio extenuantes que después de un tiempo también dañaron mi salud y me causaron una profunda depresión, pues en el momento en el que el cuerpo se queja y no puedes más, viene un sentimiento enorme de derrota, pues esa idea de parecer chica de revista se desvaneció, claro según el parámetro que cada quien tiene en la mente de lo que quiere ver en el espejo.
Qué difícil fue para mí entender que cada uno de nosotros tiene determinados requerimientos, y después de un largo proceso la conclusión es “yo soy la que soy y lo que ves es lo que hay”
Entonces me libere de tantos enemigos ocultos en mi mente, y empecé a disfrutarme como persona, a verme con ojos diferentes, a valorar lo que he hecho y hago hasta ahora.
Descubrí entonces que el “bien vivir” significa estar cómodos con nosotros mismos, procurar nuestro bienestar, estar saludables con un buen plan de alimentación que nos permita adaptarlo a nuestro diario vivir, con rutinas de ejercicio que soportemos y nos hagan sentir bien, con eso que haga que al verte en el espejo te enamores de ti mismo, sin tratar de encontrar en ese espejo el reflejo de los demás sino el tuyo propio, en tú mejor versión, entonces es cuando descubres tú milagro, tú hilo negro, y entonces es cuando te das cuenta que así tal cual eres, formas parte fundamental del engranaje de la humanidad.
A propósito les quiero compartir lo que escribí hace poco: ¿Qué tal cuando te pones unos zapatos que te incomodan? O un cinturón de esos que sientes que te gangrenan el estómago?
Pues igual de incómodo es cuando adoptas un rol que no te corresponde, cuando quieres hacer un papel que no es el tuyo, cuando quieres vivir como alguien que no eres tú.
Pues hay veces que qué incómoda nos queda la vida no? Lo bueno es que hay más opciones que zapatos, más personalidades que cinturones, el chiste es elegir eso que nos acomoda y poder vivir la vida como si fuera un guante, no creen?
Les deseo una excelente semana y nos vemos el próximo miércoles en De todo un poco.
Foto cortesía de Erika Diep
Molén Antolin: Gracias Erika para cualquier duda o sugerencia los invito a que nos sigan en nuestras redes sociales.