Molén Antolin: ¡Hola! Es un gusto compartir este espacio con Erika Diep y hoy nos va a hablar de los artesanos.
Erika Diep: ¡Hola! amor, dedicación, conocimiento, magia entre otras muchas cosas es lo que encontramos atrás de una artesanía.
Me he dedicado durante varios años al trabajo artístico y artesanal, y más que valorar la belleza de una obra me gusta ver lo qué hay detrás.
Aunque un artesano trabaja con ciertas herramientas que le ayudan a dar acabados y perfeccionar una pieza, el 90%del trabajo está hecho con las manos, lo que debería de ser altamente valorado.
Desgraciadamente, con el uso de máquinas que imitan y “perfeccionan” un trabajo artesanal, esa valoración se ha ido perdiendo, pues al poder realizar millones de piezas idénticas hace que los productos salgan prácticamente perfectos y pueda existir una gran producción en poco tiempo.
Por otra parte los productos chinos han ido invadiendo el mercado con precios incomparables, pues les puedo decir que aveces el costo final del producto no llega a ser nisiquiera lo que nos gastamos en materia prima.
Todo esto aunado a la situación económica del mundo trae como resultado una desvalorización de lo que es el trabajo hecho a mano, pues la gente quiere cosas perfectas a precios de producción en serie, entonces ¿Qué hace que un artesano siga produciendo? Pues como mencionaba al principio, el amor y la magia que existe en la elaboración de un proyecto.
El artesano se esfuerza por hacer cosas originales, y de buena calidad y sus creaciones representan el orgullo de un país. No hay nada que me enoje más que una persona vea una pieza y me diga: está caro! Los aretes no son idénticos, en fin, esa gente no tiene idea de que un trabajo hecho con las manos lleva días de preparación, de diseño, de estudio y de trabajo incansable, ojalá esas personas entendieran que comprar un trabajo artesanal reactiva la economía de un país, ayuda a tener una mejor calidad de vida y promueve la creatividad y el talento.
Seguimos trabajando como se diría vulgarmente “Por Amor al Arte”, por la felicidad que nos da ver una pieza terminada, por la pasión de crear y por dar entrega, intención y amor en cada pieza realizada, lo que vendemos en un pedazo de nuestra vida y de nuestro corazón.
¿El secreto? Valorarnos nosotros mismos, ofrecer nuestros productos con la convicción de que son bellos, en la medida en que nosotros valoremos nuestro trabajo la gente lo valorará también, habemos personas que nacimos para crear y que nunca podremos dejar de hacerlo, pues la creatividad es parte de nuestra naturaleza y por tanto da sentido a nuestra existencia.
Molén Antolin: Gracias Erika para cualquier duda o sugerencia los invitamos a que nos sigan en nuestras redes sociales. Que tengan una excelente semana.