Molén: ¡Hola! Gracias a todos los lectores que solicitaron cambiar el día de la publicación de la Psicóloga Norma Luján y hoy domingo nos hablarán del amor.
Norma: ¡Hola! Al principio, el adicto convierte a la sustancia o la actividad como fuente de placer, dando todos los beneficios que podría imaginar y creyendo que lo puede dejar en cuanto quiere; sin embargo, la sustancia en un momento se vuelve parte de él y cualquier persona que interrumpa ese placer, será considerado un enemigo.
Y cuando digo sustancia o actividad, hablo de casi todo y es que se puede ser adicto al alcohol, al cigarro, a las relaciones conflictivas, a la pelea, al trabajo, al donjuanismo, es decir, toda sustancia o actividad que hace modificar tu conducta y que te provoca un riesgo en la sociedad o en tu vida, es una adicción.
Y es que el adicto desafía a la madre, al padre y sobre todo a la muerte, piensa que nunca se va a morir, y también que puede trasgredir cualquier regla (es por esto que hablo del desafío a la madre y al padre, ya que estos son nuestros parámetros del deber ser) y se ponen sobre los padres, sobre la sociedad y si te todo sobre la muerte.
Si el adicto se encuentra en su mente por encima de toda ley, es decir, con sentimientos de superioridad usan su adicción para sentirse mejor, aunque en realidad es que su verdadera esencia es frágil, débil y se sienten menos que los demás.
El adicto no puede curarse solo, necesita ayuda y la más eficaz es la de un grupo de apoyo, en donde encuentre personas que sufren de lo mismo, es muy difícil que soporte una terapia individual al principio, necesita un gran apoyo, es una persona enferma que difícilmente lo superara sin ayuda.
¡Les deseo una linda semana!
Molén: Gracias Norma y para cualquier duda o sugerencia los invito a que nos sigan en nuestras redes sociales.