Decidir qué lugar queremos como oficina debería estar al alcance de cualquiera y no ser solamente un privilegio para personas afortunadas. No obstante, dependiendo de cuál es nuestro trabajo específico, podríamos desempeñar tal actividad en la comodidad de un café o en un algún espacio amoblado, si contamos con las mismas herramientas que tenemos al alcance en las oficinas tradicionales. Y es que recurrir a dicha práctica en nuestra ciudad tendría mucho sentido y haría más amena la vida, sobre todo para quienes pueden realizar su actividad laboral sin importar el lugar, el día o la hora. He aquí la importancia del Coffice.
En el 2014, el diario británico The Guardian le dedicó un artículo a Nicola Millard, quien trabaja para la compañía British Telecom (BT) en el área de investigación y servicio al cliente. En dicho reportaje ella auguraba que en un futuro cercano las tecnologías en portabilidad y conectividad brindarían flexibilidad laboral para los trabajadores del conocimiento. Fue así como Millard probablemente fue la primera en acuñar el término Coffice a partir de la combinación espontánea entre coffee shop y office desde su propia experiencia, realizando actividades propias de su trabajo (reuniones presenciales, videollamadas, teleconferencias, etc.) en lugares públicos acogedores provistos de Wi-Fi, la compañía de otras personas y algo de ruido de fondo.
Aplicaciones como Skype, WhatsApp y Facebook están desplazando los encuentros físicos, al tiempo que diversas compañías proveen computadores portátiles, tabletas e incluso planes de internet a sus empleados para trabajar desde cualquier lugar en horarios convenientes. Adicionalmente, los servicios de almacenamiento en la nube tales como Google Drive, Microsoft OneDrive, DropBox, etc., permiten a los usuarios acceder a su información desde cualquier lugar mientras tengan acceso a una conexión de Internet.
Ambiente para la productividad a partir del conocimiento
En la sociedad del conocimiento que todos deberíamos ayudar a construir, puedes trabajar desde donde quieras, mientras estés en permanente conexión para responder a cada compromiso y plazo estipulado dentro de tus responsabilidades. Al interior de un café, con la iluminación y muebles apropiados, los encuentros y reuniones pueden tener lugar sin la formalidad o institucionalidad presentes en una oficina. Hay quienes desde su mesa de café atienden personas que van llegando a distintas horas para una cita, tutoría o sesión específica, siguiendo así un horario de atención riguroso, logrando las metas establecidas y mostrando objetivos cumplidos.
Si en determinado momento muchas más personas estuvieran trabajando y produciendo desde lugares públicos, lograríamos entonces un par de conquistas significativas: por un lado, la oficina tradicional pasaría a ser usada solamente en situaciones puntuales; y por otra parte, quienes nos servimos de la movilidad y la portabilidad de nuestras herramientas e información, veríamos con claridad el paso lógico a seguir ante la posible apertura de nuevos espacios para disfrute y trabajo, así como para la colaboración con otros trabajadores del conocimiento que se encuentren en lugares similares. ¿Te imaginas qué pasaría si un equipo brillante trabaja en una mesa y de repente encuentra una excusa simple para compartir ideas con el interesante grupo sentado junto al mesón a unos pasos de ahí?
Un lugar ameno para inspirarse
Personalmente, me gusta escribir junto a una bebida caliente en sitios públicos como los descritos. Estando solo o reunido con más personas, me conecto desde el portátil para apuntar ideas, redactar proyectos, planes de trabajo y cronogramas. Escribo sobre diseño de interiores y decoración. Uno de mis textos más recientes fue concebido en un lugar público mientras tomaba café y miraba las personas imaginando el mejor tipo de mobiliario para ellas y ellos según sus necesidades específicas. Este contacto con la vida inspira a pensar en las vidas de los otros. Incluso, de vez en cuando tiene lugar una breve conversación y la oportunidad de conocer a alguien haciendo un paréntesis dentro de la actividad.
Pero, ¿es muy temprano para hablar de espacios tipo coffice en nuestra ciudad? ¿O por el contrario es tarde ya? Los invito a que no nos situemos ni antes, ni durante, ni después de la tendencia; simplemente, disfrutemos transformando un acogedor espacio para el café con varias mesas, opciones de postres, conexión Wi-Fi disponible y hagámoslo nuestro para trabajar en proyectos personales o en el encargo de nuestros clientes. Convirtámonos nosotros mismos en el coffice. Hagámoslo vigente por siempre. No lo dejemos ser solo otra moda del momento.
Referencias
GARSIDE, Juliette. Many more of us will work from home – or a cafe – says BT futurologist.
QUINTERO, Javier. Tips de decoración que te harán sentir como un diseñador de interiores.