Ya mostré que el peatón en la capital de Corea es el rey. Pero cerca de allí construyeron su reino: la zona peatonal de Suwon.
Juemáquina, son poquitas las veces que uno encuentra un lugar donde de verdad hicieron la tarea completa. Yo creo que los que ya leyeron mi post sobre la restauración del Río de Seúl dirán que yo me quiero ir a vivir a Corea, pero no exagero cuando digo que esa gente sí que tiene una forma increíble de planear e implementar cosas chéveres y bien pensadas.
A pesar de mi regla propia de no hablar de manera tan seguida de temas tan parecidos, creo que el viaje a Corea amerita hacer un segundo post: la peatonalización del barrio de Suwon. Esta fue con motivo del Festival de Ecomovilidad al que nos invitaron a algunos a dar presentaciones y a caminar por ahí para conocer la transformación de un barrio que fue originalmente cualquier lugar lleno de carros y casas y tiendas, y ahora se va a convertir en una Meca del Transporte Sostenible.
Al alcalde de esta ciudad le dio por decir «bueno, pues ustedes por allá han hecho días sin carro y se las dan de los muy arriesgados. Pues nada, yo hago el MES sin carro y además voy a peatonalizar un barrio entero». Por mi parte, conocí al vicealcalde de Suwon hace dos años en el Foro Urbano Mundial de Nápoles, y cuando el tipo dijo esa misma frase yo hice esa jeta alargada que uno le hace a cualquier idiota que dice algo irreal y hace ojos chiquitos:
Pues sí, cómo ño moñito. Y aquí no era poner unas pinches materas y pintar la calle con bicicleticas y peatones blancas sobre el asfalto viejo, sino que se hizo realmente una transformación completa del barrio. A saber:
– Se realizaron muchas (MUCHAS!) reuniones con los vecinos para implementar de manera adecuada y consensuada toda la peatonalización (los únicos con quienes no pudieron llegar a un acuerdo fue con los que tenían una tienda para taxistas, pero pues complicado peatonalizar y dejar a los taxistas llegar hasta la tienda con su nave amarilla).
– Les dieron subsidios a TODOS los que tenían tienditas en la zona peatonal para que mejoraran sus tiendas y las hicieran verse más bonitas, y además les dieron tips para que quedaran suuuper bonitas.
– Durante la semana que estuvimos ahí, a los participantes del evento nos dieron un talonario con unos billeticos que eran para uso exclusivo dentro de las tiendas de la zona peatonal. Más motivación para los tenderos.
Y pues más cosas, pero mejor muestro algunas fotos:
(lugarcillo donde pusieron parqueaderos para bicicletas y tienditas en lugar de carros parqueados)
(callecita completamente rediseñada con gente por ahí, y chinos en cicla… bueno, coreanos)
(¡LLAME A LA POLICÍA, UN BICITAXI! Ah, no, aquí sí es legal y además lo promueven…)
(otro ejemplo de cómo subsidiaron el embellecimiento de la zona)
(no, si va en carro, a partir de aquí no puede pasar)
(¡¡VUELVA A LLAMAR A LA POLICÍA!! TRES PERSONAS EN UNA CICLA! ESO DEBE SER ILEGAL! Ah, no, mentira. No importa porque nadie los va a atropellar)
(una cicla grande)
(más ciclas grandes, y gente englobada mirándolas)
Y, como es mi costumbre, lo mejor para el final: el carro matera (tal vez inspirado en el Automaceta de Guadalajara):
(de lao)
(de frente).
El carro matera es una de esas cosas que lo dejan a uno pensando: ¿por qué? ¿para qué? ¿A qué desocupado se le ocurrió esto? y después de hacerse todas esas preguntas y verlo un rato, uno dice «brillante, carajo». Debería haber uno de estos carros matera en todas las intersecciones importantes del mundo. Porque hay veces que las cosas deben pensarse al revés para entenderlas, y porque es fundamental encontrarle otros usos a los espacios que normalmente creíamos que eran para otra cosa. Así es que uno se divierte en la vida, y ese es el tipo de ideas que hay que tener para transformar una ciudad con símbolos. Ahora lo único que nos falta es el bendito carro para ir y llenarlo de matas y ponerlo en una intersección. ¿Quién me ayuda?