A primera vista, la imagen que usted aquí le muestra un parqueadero… pero mírela más de cerca, ¿no ve algo raro? Le muestro otra versión de la misma situación:

Sí, son personas sentadas en un pastico y con una planta y unas bicicletas. Están haciendo un picnic y gozando de la vida… la parte rara es, yo sé, que lo están haciendo en medio de un estacionamiento infestado de automóviles. Es raro pero presenta un mensaje claro: el espacio urbano es para todos. Ahora vea esta imagen:

Y ahora le pregunto: ¿cuál de las dos situaciones le parece mejor: una donde se dibuja una realidad distinta, u otra donde se propone una realidad posible? Le dejo pensar un rato antes de que siga leyendo.

El supuesto básico es el siguiente: el espacio público de una ciudad no es suyo ni mío, y tampoco está compuesto únicamente por los sitios en los que hay parques o andenes. El espacio público es de todos y es todo lo que no sea privado. De ahí que los parqueaderos no necesariamente tienen que ser utilizados para parquear un carro, sino que hay total libertad de usarlos como el espacio público que son. Por eso la propuesta que se celebró el pasado viernes en Bogotá y en muchas otras partes del mundo.

La idea es muy buena y muy sencilla. Si lo quiere hacer, siga estos pasos:

– Encuentre un espacio de estacionamiento

– Lleve sus cositas

– Ponga sus cositas

– Échese y goce de la vida

(el manual más elaborado y otras cosas en la página de la iniciativa aquí).

Existen quienes pensarán que esto no es una propuesta sino una protesta, y que lo que se hace aquí es desobediencia civil al mejor estilo Thoureauiano . Pues no, ni siquiera llega a eso. Es, sencillamente, una demostración de que el espacio urbano es para todos y no es necesariamente para los carros. Y que si hay un espacio urbano que se pensaba que solo era para los carros, pues habrá personas que están dispuestas a demostrar que puede ser utilizado para otras cosas.
El ejercicio de discusión es supremamente interesante, pero hay que entender todo el argumento antes de abalanzarse a echar retórica. Pero, para darle una vuelta al asunto y pensarlo aún con más detalle… si esto es solo para «vehículos», cuántos vehículos no motorizados caben en el espacio de un carro? Véase el ejercicio:

Deje la amargura… nadie está diciendo que mañana vayan todos a quitarle todos los espacios de estacionamiento a la ciudad entera para hacer parques. Nadie está proponiendo que tumben la ciudad y solo pongan pasto y que todos vivamos como cavernícolas. Solo estamos diciendo que el espacio urbano es para todos. Y que si se puede gozar, que se goce.

(felicitaciones a los muchachitos que organizaron esto, quééé pilera).

– adenda: si quiere seguir leyendo sobre cómo se convierte el espacio urbano en cosas más bonitas, vea mi post sobre Seúl aquí.