Son las 11:15 am y tengo que estar a las 11:30 en un sitio que queda a 10 kilómetros de distancia para dar una presentación. «¿Alcanzamos?» le pregunto al taxista. Él espera a que cierre la puerta y me dice «mejor no hablemos, oigamos música» y sube el volumen al punto exacto en el que uno se sentiría cómodo en alguna Disco de 1985 mientras comienza su retahila de canciones de los 80s, comenzando con Man Eater de Hall and Oats. Al mismo tiempo, igualito que en una película de los 80s, el señor taxista hace todo lo posible por hacerme creer que estamos en una persecución de algún tipo y demuestra su habilidad para olvidar cualquier regla de tránsito, seguridad y simple decencia. Y me acuerdo: estoy en Lima.
Ese es uno de los muchos episodios relativamente surreales que experimenté durante la COP20 (Conferencia de las Partes, graaan evento para discutir el cambio climático y cómo afrontarlo) en Lima. Durante los siete días que estuve allí, siempre estuve corriendo y tratando de resolver algo que había quedado mal. En un solo día pasé de ser mensajero a ser conferencista internacional, y entre eso diseñador gráfico e impresor. Hice resúmenes de sesiones de discusión, presentaciones, tomé fotos y hasta ayudé a encontrar un aparatico de traducción que se trató de robar una señora en un evento (para qué se roba uno un aparato de traducción, nunca lo sabré). Y todo eso para… nada.
(tan chévere)
La Conferencia de las Partes (aquí toda la info oficial, documentos, resoluciones, etc etc) es algo que muchos han oído, algunos entienden y otros comprenden. Un intento de explicación que da otra página es el siguiente:
«La Conferencia de las Partes (COP) es el órgano supremo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). De la misma manera, la COP en calidad de reunión de las Partes del Protocolo de Kioto (CMP) es el órgano supremo de dicho instrumento. Tanto la COP como la CMP se reúnen anualmente con la función de supervisar y examinar la aplicación de la Convención y del Protocolo y desarrollar el proceso de negociación entre las partes de la Convención ante nuevos compromisos. Las funciones de la COP se establecen en el artículo 7 (2) de la CMNUCC» (original aquí)
Juat? Si alguno de quienes están leyendo esto lo hizo por primera vez y entendió algo, por favor dígame si esto es más o menos fácil que leer las instrucciones para armar un cubo Rubik…
(hablando seriamente… de siglas)
Mi primera sentencia sobre la COP: los que hacen parte del club exclusivo de quienes comprenden la COP les parece tan chévere estar en esa exclusividad que no tienen interés en que alguien más lo entienda. Y hacen lo posible por esconder cualquier explicación con miles de siglas y términos que sólo ellos entienden. Si fueran a una clase de redacción, los rajaría el profesor por brutos («escriba para quien lo va a leer, no para usted» dice Cassany en su Cocina de la Escritura).
La consecuencia más triste de lo anterior es que, siendo esta gente la que está a cargo de resolver el cambio climático, están alienando a todos los demás que quieren sinceramente entender el proceso y ayudar a solucionarlo. Por esto, mi segunda sentencia es peor: Si siguen siendo tan exclusivos y excluyentes, los que tratan de resolver el cambio climático se van a quedar solos y nadie los va a ayudar.
Lo peor de todo es que, en medio de tanta maraña de siglas y explicaciones y textos y resoluciones, las decisiones que se toman son pésimas. Más que pésimas, son indignas de la raza humana. En la COP se demoran dos semanas y supuestamente la meta es avanzar en soluciones hacia la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y preparación para las catástrofes que vienen, pero no logran nada más que bonitas frases, promesas con plata y burócratas felices consigo mismos. Y más siglas que no explican nada.
Entonces mi tercera sentencia: la COP es una de las mejores formas de demostrarle al mundo que la civilización humana ha hecho todo lo posible por destruirse a sí misma. Y no solo eso, sino que además ha demostrado ser tan cínica que en vez de actuar prefiere charlar y acordar cómo escribir un documento, si una coma o un punto deberían ir aquí o allá (un ejemplo: el texto de ADP todavía no lo han decidido, y en la primera reunión se demoraron dos horas revisando el primer párrafo).
Ante esto, veo dos opciones:
Opción A (la que prefiero): para la próxima COP (en Paris) deberían hacer todas las sesiones con una simulación realista de las consecuencias del cambio climático: inundar la sala de reuniones, incrementar la temperatura del sitio en 5 grados, hacer que pase un huracán… de pronto así se toman la situación más en serio. Si eso no sirve, que les pongan un granjero en medio de una sequía al lado o un niño muriéndose de hambre.
Opción B: Apaguemos y vámonos. Y más bien pongamos a todo volumen esta canción de abajo que dice que, cuando vengan los marcianos a tomarse el mundo, vamos a ser buenas mascotas (esto es, si los marcianos no se ponen super bravos por las líneas de Nazca pisoteadas por Greenpeace).