Esta semana presenciamos dos experiencias tristes que nos hicieron reflexionar sobre la fragilidad de la vida humana y lo ruin que puede llegar a ser una persona. Una es la masacre en las oficinas de Charlie Hebdo en Paris y la otra (de mucha menor gravedad pero de todas formas triste) es el video del atracador de bicicletas cuya víctima escapó hábilmente. Pero entre nosotros, los que nos indignamos por todas estas cosas, hay mucha gente que tienen una agresividad guardada que les sale de otra forma. Por ejemplo, proponiendo que maten a un bloguero.

Los asesinos de caricaturistas de Charlie Hebdo fueron fundamentalistas de Al Qaeda. Fueron entrenados por terroristas para matar. Por su parte, no sabemos de dónde salió el presunto atracador del ciclista en el Canal Salitre, alias «Lonchis», ni para dónde va, sólo sabemos que tenía un cuchillo de carnicero y que estaba dispuesto a matar para quedarse con una bicicleta. Mientras escribo esto está retenido por la Policía, pero seguramente cuando quede publicado ya estará libre. Y todos estamos indignados.

Pero ahí está mi tema: la violencia no está solo en los que andan con Kalashnikov por las calles de Paris ni en los que andan con chuzo en el Canal Salitre. Como bien dijo Edward Bulwer-Lytton en 1839, «la pluma es más poderosa que la espada», pero yo lo voy a usar en un contexto cínico: los comentarios de los «foristas» de las páginas de internet y los usuarios de Facebook.

Para demostrar mi punto, propongo tres pasos:

Paso 1: Les invito a que vean cualquier artículo de cualquier periódico en Colombia y se concentren en leer los comentarios que han puesto los usuarios. Aparte del ahogamiento que se puede sentir por la cantidad de errores ortográficos que pueden caber en una frase, está la actitud mísera de muchos cuando dan a conocer su «opinión» cargada de odio, incomprensión y básicamente nivel educativo mínimo o nulo. Les muestro algunas de las cosas que han comentado a artículos míos en revistas o periódicos (artículos de opinión):

Paso 2: Si con eso no es suficiente, les invito a que se armen de valor y se peguen una pasadita por una sección de blogs (puede ser la de El Tiempo) y lean los comentarios que dejan ahí los lectores… por alguna razón, los comentarios que se hacen a los blogueros son aún más intrépidos e insultivos. Les dejo unos de los comentarios más generosos que he recibido en posts míos:

Paso 3: Ahora, respiren profundo, si quieren vayan por un vaso de agua y tómenselo completo para prepararse antes del tercer ejercicio. ¿Ya? Listo: vayan a ver los comentarios que hacen los usuarios en la página de Facebook de El Tiempo… aquí los que recibí cuando se difundió ahí uno de mis posts:

Y, con ustedes, queridos lectores… la joya de la corona:

PERDÓN?

«Mátenlo»…. eso dijo este lector. Estoy seguro que no es la primera vez que
alguien propone algo así, pero cuando era dirigido a mí no pude creerlo. Después de salir de mi asombro, me di cuenta que incluso alguien había puesto clic en «me gusta» a ese mismo comentario.

Carl Sagan decía que en el mundo contemporáneo uno debe ser paranoide, así fuese un poquito, para estar realmente a salvo. Después de leer ese comentario en Facebook donde una persona, así no más, invitaba a que alguien me matara, salía de mi casa y ponía doble llave, me despedía con más efusión de mi esposa e hijos y me quedaba pensando si realmente esa frase era una propuesta real y si la persona que había puesto «me gusta» era quien la iba a realizar.

No me voy a poner a pontificar y concluir con la frase de «la violencia empieza con esas frases pequeñas que son como dagas en el corazón del escritor», aunque me dan ganas. Yo no escribo porque me pague alguien sino porque me gusta, y en general intento escribir cosas que tengan algún sentido y que sirvan de algo – así sea para reír-. Pero sí es bien jarto leer un comentario suelto de un desconocido que plantea propuestas de muerte. Eso desmotiva y da susto.

Y ratifica que pocos entienden que la pluma es más poderosa que la espada.