Después de ochenta y tres entradas (84 con esta), decidí que voy a dejar de escribir en este blog, por lo menos durante un rato. Quería llegar a cien entradas y ahí tomar la decisión, pero decidí hoy que era mejor hacerlo de una vez.
Respirarán con tranquilidad los funcionarios y exfuncionarios quienes alguna vez habrán querido estrangularme por lo que escribí aquí, al igual que los super técnicos del transporte que (con o sin razón) pensaban que esto era una cloaca del pensamiento conceptual del arte de moverse de un lado a otro. En realidad, es por ellos que seguí escribiendo tanto tiempo: mi motivo principal en gran parte de las cosas que hago en mi vida es sacarle la piedra a alguien en particular (o a un grupo en particular). Creo que por eso mismo le digo a mi papá que no me voy a peluquear, cuando sé que ya es ridículo andar peligrosamente rondando los cuarenta con una melena típica de la Crisis de la Mitad de la Vida. No me van a negar que es delicioso hacer que alguien se muera de la rabia por algo que uno decide o dice (eso sí, solo si se mueren de la rabia por algo inofensivo, como no ir al peluquero o escribir 400 palabras).
Imagino que todos los escritores o filósofos o charlatanes que habré citado estarán también felices en su tumba. «Por fin dejó de citarnos mal, sacarnos de contexto y, además, dibujarnos mal». Los profesores de dibujo de la Real Academia del Lápiz (¿eso existe?) también estarán felices de saber que yo dejé abajo mi pluma… o más bien, mi aparatico de dibujar en el aipad – que, dicho sea de paso, es un aparato que no sirve para dibujar.
Pero creo que sí habrá gente triste. Los que me han insultado cuando leen algo mío verán que su dicha de sacarme la piedra también será disminuida porque simplemente no me podrán sacar la piedra. Pero suficiente basura hay en la Internet como para que yo realmente haga algún efecto en su bienestar.
Y queda entonces usted: la persona que se quedó leyendo hasta este momento y que, en verdad, sigue prestando atención y dice «ay pero… no era taaan malo». Si tiene alguien al lado, seguramente le dirá «uy no, era MUY malo» y seguirá entonces un debate inútil de mi blog que solo existe desde octubre del 2012 (menos de lo que se demora un escritor de verdad en escribir un solo libro!). En cualquier caso, gracias por leer hasta aquí y hasta ahora. Y no olviden que, si no han leído todos los posts, hay algunos recontrachéveres. Mis preferidos:
– El de la paradoja de la velocidad (el segundo post!)
– El de los viajes grises.
– El de pico y placa y bugs bunny.
– El del curso de tránsito .
– El de los usuarios de transmi.
– El de Bután.
-… no, ¿sabe qué? Si sigo así le voy a decir que los lea todos. Pero, por favor, como la idea es detenerme durante un rato pero no del todo, no se vaya sin responder esta útil e interesante encuesta para que, el día que vuelva, ud me haya ayudado a escribir o dibujar mejor (cualquier tip de clases de dibujo es bienvenido, de paso). La encuesta aquí.
Gracias, ala.