– Aparecen muchos kilómetros construidos durante la época del mandato de Enrique Peñalosa (los datos suman 232 kilómetros)
– Aparecen pocos kilómetros construidos durante los primeros años del mandato de Gustavo Petro.
Ante esto ha habido un montón de lora: que no, que sí, que cómo así. Cuando lanzamos la publicación en Washington de 2015 en enero, varias personas insistieron que los datos no eran precisos. Mi respuesta siempre ha sido la misma: son los datos que nos dio el gobierno actual. Y lo son. Y si una u otra persona me dice «es que yo los medí y dan distinto» pues los felicito y espero que puedan pedir al gobierno una rectificación oficial y cuando la reciba pues rectificamos los datos.
Pero las afirmaciones más interesantes son las que indican que un alcalde construyó X kilómetros y que el otro construyó Y kilómetros. Quiero aclararles algunas cosas:
– Los alcaldes no construyen nada. Ellos no saben usar una pala, y si saben les juro que no la han usado para construir ciclorrutas.
– Las ciclorrutas (y todo lo que tiene una ciudad) no son de un alcalde o de otro: son de la ciudad. Y cuando digan que Peñalosa construyó un montón de kilómetros de ciclorrutas, recuerden que Bogotá no tiene certificado de tradición y libertad sino que es suya y mía: de los ciudadanos, y que el alcalde es un empleado que dura 4 años y luego elegimos a otro para que sea nuestro nuevo empleado. Y le pagamos su sueldo con impuestos.
– Las ciclorrutas contratadas son distintas a las ciclorrutas construidas. Si hoy Petro tiene contratados 108 kilómetros de ciclorrutas, pues cuando se acaben es cuando se registran, no antes. Y si el IDU dice que se terminan en 2016, pues las ciclorrutas aparecerán registradas en otro año donde habrá otro alcalde o alcaldesa. Será la misma situación que le da rabia a Peñalosa: que en 2001 Mockus inauguró muchas ciclorrutas que eran «de él». No, no y no. Las ciclorrutas no son de Peñalosa ni de Mockus ni de Petro ni de nadie: son de Bogotá. O sino, como dice Miguel Olaya:
Sí o no.
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