Yo tengo siete bicicletas. La última vez que las conté me di cuenta de que durante mi vida he tenido cuarenta y cinco. Esto, a todas luces, es muy poco, y debí haber sido más esmerado en crear una flota más grande de estos bellos vehículos y poder estar orgulloso de tener una cantidad suficiente hoy en día. Con base en esta experiencia, doy mis recomendaciones a quienes aún no saben cómo definir la cantidad ideal de bicicletas que deben tener.
Algunas cuestiones prácticas antes de dar los tips de rigor. Primero que todo debo aclarar que para tener una cantidad suficiente de bicicletas deben tener un espacio de estacionamiento para dejarlas. En él pueden caber entre una y cuarenta y dos bicicletas, según como las disponga, como ya lo indiqué hace un tiempo y se evidencia aquí:
Si su vecino insiste que eso no es así y que su cochina bicicleta debe estar en otra parte, sírvase recordarle la ley 1811 de 2016, el Decreto 036 de 2004 y el artículo 2 de la ley 769 de 2002, todos los cuales indican claramente que una bicicleta no solamente es un vehículo y debe ser estacionada en un estacionamiento, sino que las edificaciones deben destinar espacio para ellas. Y si las dudas persisten, me avisa. Es que ese temita de meter una bicicleta en un rincón es muy grosero: son un vehículo, llevan a una persona y caben en un parqueadero. Y si solo tienen una bicicleta, por favor déjenla en la pura mitad del parqueadero para demostrar la importancia de su caballito de acero (y sigan las reglas que doy abajo para comenzar ya a incrementar su flota).
Otro tema que debo recordar antes de comenzar a describir la cantidad ideal de bicicletas: cuando le pregunten en su casa cuánto costó su bicicleta, por favor NO diga mentiras por vergüenza y diga el valor exacto de la misma. Aunque una bicicleta puede costar en algunas ocasiones lo mismo que un carro (y a pesar de que muchas veces haga lo mismo que un carro pero es más barata), uno siempre debe indicar el valor de su bicicleta a su familia para evitar que le suceda lo de la Ciclista Samaritana:
La Ciclista Samaritana llegó a su casa con una bicicleta nueva de 15 millones de pesos. Su esposo le dijo «oh, qué bici más linda… cuánto te costó?» a lo que ella respondió «estaba en promoción! Solo costó millón y medio! Bella, no?». Craso error el de la Ciclista Samaritana… al siguiente día, llegó a su casa después del trabajo y su esposo le dijo «te tengo una sorpresa, vas a ponerte feliz! Fui a una bicicletería y pregunté por cuánto comprarían tu bicicleta nueva, y me ofrecieron tres millones por ella. La vendí de inmediato y ahora puedes ir a comprar otra que cueste el doble. Muy chévere, no?».
Ya con esos temas clave aclarados, voy a indicar algunas reglas y razones por las cuales uno debe tener varias bicicletas:
Regla uno- Uno debe tener suficientes bicicletas para entretener a un numeroso grupo de amigos que vengan de fuera de la ciudad. Esto es obvio, y además sería muy grosero no tener suficientes bicicletas para convidar a sus amigos a un paseo por la ciclovía dominical de Bogotá, mundialmente famosa y orgullo de sus ciudadanos. Esta razón es ya suficiente para tener por lo menos cinco bicicletas (pero si tiene más amigos, pues más – y si no tiene, pues es porque no tiene suficientes bicicletas-).
Regla dos – Todas las personas de su casa deben tener bicicleta. Si no tienen, ahorre y regáleles una. Esto ayuda en parte a cumplir la Regla uno, y en parte soluciona las reglas que siguen. Además, ¿qué mejor manera de ser la persona más popular de su hogar que dándole cicla a todos quienes la habiten? En mi casa todos son felices porque todos tienen bicicleta. Encima de todo, así su familia también va a poder acompañar a sus amigos en los paseos cuando vengan (así también puede comprar más bicicletas y seguir cumpliendo las reglas. Es un gana-gana).
Regla tres (esta es la misma regla 12 del Velominati) en versión «soltero»: la cantidad adecuada de bicicletas es n + 1, donde n es igual a la cantidad de bicicletas que tiene actualmente. No puedo reiterar esto más veces: siga esta regla tan pronto lea esto, y por la mayor cantidad de tiempo que pueda. Créame, esto le va a servir por el resto de su vida para cuando ya no sea soltero (y ayudará a cumplir las demás reglas aquí descritas a cabalidad y total satisfacción).
Regla cuatro (o regla tres en versión «en relación sentimental estable»): la cantidad adecuada de bicicletas en este caso es más difícil, y se define como e – 1 , donde e es igual a la cantidad de bicicletas a partir de las cuales lo echan de la casa. Esta regla no es teórica, y es más cierta que la Ley de la Gravedad. De aquí dependerá la estabilidad de su relación, y no hay nada peor en su vida que llegar al valor e sin antes haber amasado una considerable flota para cumplir la regla uno (y para no perder amigos por no cumplir la regla uno).
Corolario a la regla cuatro: aunque incrementar el valor de e es prácticamente imposible, hay maneras de lograrlo. Algunas que creo que funcionan (pero que no respondo si no funcionan, ni me echen la culpa si lo intentan y no les funciona):
- Meta a su pareja sentimental al cuento de la bicicleta: esto puede funcionar tanto porque cada adición a la flota de bicicletas puede contar en su propia lista (y, obviamente, su pareja sentimental siempre gozará de la aplicación de la regla tres a pesar de estar en relación sentimental estable)
- Convenza a su pareja sentimental de que esa bicicleta nueva que compró no entra dentro de las cuentas porque esa es para ella. Esto es una especie de regla dos.
- Tenga suficientes hijos para poder comprarles bicicletas y que sumen a la flota total sin que cuenten en su flota personal
- Consiga otro sitio para estacionar sus bicicletas nuevas
- Que sus bicicletas nuevas se parezcan mucho a las viejas (y que no estén estacionadas en el mismo lugar)
- Consiga una pareja sentimental ciega (esto, además, le facilita la excusa para comprar un bicitaxi o una bicicleta de dos puestos e incrementar aún más su flota)
- Cualquier combinación de las anteriores.
- (en esta lista no sirve nada de dar flores, decir «cómo te ves de hermosa hoy» ni comprar cosas. Nada de eso funciona, créame a mí que lo he intentado todo)
Advertencia para evitar la reducción de su flota: SIEMPRE reemplace las bicicletas que venda, y NUNCA venda una bicicleta sin antes comprar la nueva que llegará a su garaje. Créame, fallar en esto le costará un cupo menos en el valor de e y no se podrá solventar después (hablo desde la desdicha de quien sufrió los efectos de una venta sin reemplazo inmediato).
Aclaración de las reglas anteriores sobre flota mínima: Velominati dice que la cantidad mínima de bicicletas es tres. Yo estoy de acuerdo (y sé que ustedes también). No necesita explicación alguna (y es lo mismo que deben responder a cualquier persona cuando les pregunten por qué tienen tres bicicletas. No vale la pena el esfuerzo responder esa pregunta tan idiota).
Frases clave para intentar incrementar su flota de bicicletas: Hay maestros de la persuasión, y de ellos hay que aprender para lograr un cambio – en particular cuando se trata de tener más bicicletas y convencer a su familia de que se los permitan. Para estudiar el tema de la persuasión a fondo recomiendo leer a Cicerón y su «Cómo ganar una discusión«, pero mientras tanto doy algunas frases clave que pueden servir (están en orden de mayor a menor efectividad):
- La de los beneficios: «Pero mira, con esta bicicleta tendré mayor salud y seré más feliz»
- La de las cosas que pudo haber hecho: «Pero mira, no es algo malo, hablas como si acabara de comprar un arma letal o una bebida alcohólica…»
- La de la regla uno: «mira que cuando vengan hartos amigos todos van a tener bicicleta» (caiga en cuenta que si dice «casi todos» deja un espacio para poder comprar una más luego).
- La comparativa: «y yo te regaño cuando compras un libro caro?»
- La «Peñalosa style»: «pero cuesta mucho menos que un carro y logra lo mismo!»
- La de justicia vital: «yo no elegí vivir».