La domótica está cada vez más presente en nuestros hogares. El auge de las nuevas tecnologías está permitiendo que los electrodomésticos y dispositivos electrónicos sean cada vez más inteligentes y que los humanos podamos tener una habitabilidad más cómoda en las viviendas.

Los robots aspiradores permiten que dediquemos el tiempo de limpieza en el hogar a tareas más productivas, las smart tv no son solo televisiones para visualizar contenidos multimedia, sino para interactuar con ellas, con los robots de cocina aprovechamos el tiempo en esta estancia de manera más productiva y los termostatos inteligentes y las bombillas de bajo consumo ofrecen la posibilidad de incluir la eficiencia energética en los sistemas domóticos.

Desde el portal AparatosInteligentes.Com ofrecen amplia información y consejos sobre cómo instalar estas tecnologías domésticas en casa, haciendo especial hincapié en dispositivos como Alexa, asistentes virtuales que permiten conectar todos estos electrodomésticos a los dispositivos móviles, para controlarlos a distancia.

¿Qué trae de positivo la domótica y los aparatos inteligentes en los ambientes domésticos y profesionales?

La domótica está diseñada para facilitar el control y la gestión de los sistemas, pero su uso no es nada complicada. La mayoría de los aparatos inteligentes tiene una gestión fácil e intuitiva, como ocurre con la mayoría de sistemas informáticos actuales.

Gracias a estos sistemas podemos regular y controlar las luces de nuestro hogar para que se adapten a nuestras necesidades según la luz exterior. Además, existen sensores que indican cuándo una luz ha quedado encendida cuando no hay nadie en casa.

En el aspecto de la iluminación, la domótica no solo está pensada para ofrecer alternativas eficientes, sino también para mejorar la seguridad. Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado recomiendan cada vez que se abandona la vivienda por unos días hacer uso de estos sistemas domóticos para hacer creer que hay personas habitando esa vivienda.

Como decimos, la eficiencia no es el único motivo por el que las personas deciden instalar la domótica en sus hogares. Los sensores y cámaras de seguridad ayudan a detectar cualquier incidencia (fuga de gas, inundación, incendio…) que se produzca en la vivienda. De esta forma podemos actuar y cortar los suministros o llamar a los bomberos de manera casi inmediata.

Volviendo a las cuestiones de eficiencia, la climatización es una de sus principales ventajas. Al poder regular y programar el equipo de climatización, podemos adaptar la temperatura de nuestra vivienda a las necesidades de cada momento consiguiendo con ello un ahorro energético considerable.

La domótica más allá de la eficiencia energética

La domótica y sus diferentes equipos, en los que entran desde electrodomésticos hasta dispositivos tipo tablet, asistentes virtuales y por supuesto teléfonos móviles, nos permiten disfrutar de momentos de ocio en nuestro hogar, con sistemas de audio o equipos de música instalados en distintas zonas de la vivienda, teniendo la smart tv como elemento central de este fenómeno.

A esto se suma la comunicación direccional. Los asistentes virtuales muestran día a día que con la domótica no solo configuramos el sistema para que realice una serie de acciones en base a las necesidades que tenemos en cada momento, sino que también el propio sistema nos envía datos sobre el estado de la vivienda.

SI la alarma detecta movimientos sospechosos o si el detector de incendios ha tenido que encenderse por un posible incendio, esa información llegará al teléfono móvil y al resto de dispositivos conectados entre sí: Alexa y los asistentes virtuales e incluso la propia smart tv.

No cabe duda de que los sistemas domóticos han llegado para quedarse. La dependencia tan brutal que tenemos de los teléfonos móviles en la actualidad debemos sacar partido de ello para ganar provecho de esta nueva realidad, y su gran posicionamiento a favor es el ahorro energético.

La domótica permite asegurar un consumo mínimo de energía manteniendo altos niveles de confort. Los sistemas inteligentes pueden controlar el 60 o el 70% del consumo energético, consiguiendo un ahorro de entre un 15 y un 25% en la factura eléctrica.

Con la domótica aseguramos el apagado de luces, la bajada de persianas, la correcta temperatura del sistema de climatización, unos cocinados más eficientes y un uso más respetuoso de recursos como el agua o la calefacción, además de un control total sobre todos los aparatos inteligentes en la vivienda.