Colombia, al igual que la mayoría de países del mundo, se ha visto gravemente afectada por la llegada del Covid-19, tanto sanitaria como económicamente. A pesar de que esta enfermedad llegó al país con posterioridad respecto a la mayoría de países de Europa y Asia, las medidas de prevención y solventación de los efectos de la misma han sido igualmente ineficaces e insuficientes para hacer frente a la crisis sanitaria y actualmente nos encontramos (a nivel mundial) a la espera de la notificación de las medidas que se tomarán para resistir a la crisis económica que se avecina.

 

Los tiempos que corren son difíciles para todos debido a que el parón productivo y el incremento del gasto público suponen un fuerte golpe para la economía nacional e internacional. Sin embargo, en oposición a la crisis económica de 2008, los expertos prevén que está vez, el sector más afectado será el sector servicios como consecuencia de los meses de confinamiento, la reducción radical del turismo y la inseguridad que domina la actualidad.

A pesar de que la crisis subprime destruyó gran parte del sector de la construcción y del sector inmobiliario, arrastrando al resto de sectores económicos consigo, las predicciones para el mercado inmobiliario en Colombia, está vez son más esperanzadoras. Las hipótesis sobre el devenir de este sector se basan en lo analizado durante los anteriores meses de pandemia, en los cuales se ha observado una leve reinvención del sector y el incremento de la compra de viviendas vía online.

 

Empresas como la Inmobiliaria en Bogotá B&R llevan a cabo técnicas innovadoras como puede ser los recorridos virtuales, herramienta que posibilita las visitas a viviendas o locales en venta durante el confinamiento. A través de este método es posible mostrar las características del inmueble de forma más visual que mediante fotos y sin necesidad de desplazamiento, por lo que esta técnica de visita podría ser útil en otras situaciones en las que nos sea complicado el desplazamiento. También se están ofreciendo, tanto a compradores como vendedores, servicios a distancia con el uso de las nuevas tecnologías para la consulta del estado de sus viviendas o para adquirir información sobre algún inmueble de manos de un experto; además el papel de la inmobiliaria en Bogotá está siendo imprescindible a la hora de llegar acuerdos entre propietarios y arrendatarios de forma eficaz y segura.

 

Sin embargo, a pesar de que las predicciones sobre el mercado inmobiliario en Bogotá son más optimistas que las respectivas al sector hostelero o de restauración, durante periodos de crisis como el actual, los consumidores tienden a ser más cautos a la hora de adquirir un bien debido a la generalizada inseguridad que se respira en torno al incremento del  desempleo o la subida de impuestos y precios. Aún así, hasta el momento, este sector se ha mostrado estable y aunque sea posible que los precios de las viviendas presenten fluctuaciones, se prevé que la finca raíz en Bogotá se reponga de forma estable con el retorno a la normalidad.

 

Hasta que esa ansiada normalidad vuelva a nuestras vidas, será necesario una reformulación de todos los sectores económicos, incluido el mercado inmobiliario. Se tendrá que trabajar para seguir ofreciendo los mismos servicios de forma segura, tanto sanitaria como económicamente, modernizar sus herramientas de trabajo, ofrecer nuevas ventajas a compradores y vendedores y facilitar la adquisición de bienes. La supervivencia de este sector está prevista, pero será necesario una adaptación generalizada del mismo para conseguir más beneficios.