Está claro que a todos nos han dicho desde pequeños que tenemos que aprender idiomas. Que estudiemos inglés, francés o cualquier otro para rellenar currículum. Pero, ¿qué ventajas reales encontramos al hablar dos idiomas de forma fluida en nuestro día a día?
En estos momentos en los que el inglés nos abre las puertas de una educación mucho más democratizada y universal, que las opciones laborales llegan de cualquier parte y que es la base para multitud de tareas como la programación y el marketing, recibir clases de inglés en tiempos de COVID puede ser una gran idea para formarnos.
Pero, si todavía no tienes claro por qué deberías aprender un idioma como el inglés, hoy queremos hablarte un poco sobre qué ventajas ofrece el bilingüismo.
LA MANERA EN LA QUE CONCEBIMOS EL MUNDO
Debemos tener claro que el lenguaje da vida a nuestro alrededor, enmarca nuestros pensamientos y nos permite definir el mundo en el que vivimos. Las palabras que utilizamos, las expresiones de nuestro idioma y las peculiaridades de nuestra manera de hablar nos hacen entender la vida de una manera muy concreta: la nuestra. Si, en lugar de un único idioma, dominamos dos, ¿no veremos las cosas de otra manera?
El ejemplo que suele utilizarse es el de las cuarenta palabras diferentes que existen en el finés (idioma oficial de Finlandia) para las distintas formas de nieve (mal atribuido a la etnia esquimal inuit). Así pues, los finlandeses pueden describir una postal navideña con una precisión que nosotros no podríamos apreciar ni matizar con tanta exactitud.
Otro ejemplo, poco conocido pero aún más fascinante, es el de una tribu africana en su forma de nombrar las extremidades, partes del cuerpo o de un lugar concreto. En su idioma no existen los conceptos de izquierda o derecha, sin embargo, utilizan los puntos cardinales para referirse a la posición de algo concreto. Por ejemplo, tu “mano Norte” será la que en ese momento esté orientada al Norte (que puede ser la “mano Oeste” dentro de dos minutos).
Piensa en todo lo que implica este hecho, desde la forma de expresarlo todo (imagina decirle al doctor que te duele el oído Sur) a la forma de asimilar desde muy pequeños un concepto como los puntos cardinales, presentes en el lenguaje diario de todos ellos.
Con ejemplos como estos no queremos más que retratar la importancia del lenguaje en la forma en la que conformamos nuestra realidad, y lo mucho que nos abrirá la mente dominar otro idioma como el inglés. Una ventaja importante en un mundo sin fronteras como en el que vivimos, y una facilidad para la sensibilidad cultural clave a la hora de viajar o hacer negocios.
LOS NIÑOS EXPUESTOS AL BILINGÜISMO
El cerebro (y más el de un niño) está en constante aprendizaje, y si lo ejercitamos diariamente se desarrolla conforme a lo que trabajamos en nuestra vida cotidiana. Desde nuestro nacimiento hasta la edad adulta, se adapta y aprende formando conexiones sinápticas a pesar de haber podido sufrir lesiones.
A pesar de la importancia del aprendizaje, hace no tantos años se pensaba que enseñar a los bebés y niños algún idioma más aparte de la lengua materna podía acabar confundiéndolos, formando así personas menos inteligentes o incluso posibles casos de esquizofrenia. Por suerte, los estudios han ido disolviendo este mito y enseñándonos cómo varios idiomas pueden hacer maravillas en nuestros hijos.
Hablamos, por ejemplo, de las habilidades cognitivas que irán incorporando los niños que alternen entre un idioma y otro, haciendo que su cerebro sea más rápido y ágil. Es un motor perfecto para que pueda concentrarse en una o varias tareas, mejora la memoria y desarrolla el pensamiento lateral.
Además, como hemos comentado anteriormente, no solo será un beneficio cognitivo, sino también cultural y social. Los niños bilingües (o que simplemente están rodeados de un segundo idioma) son más empáticos y pueden ponerse en la perspectiva del otro, incluso serán capaces de interpretar las intenciones de otras personas de una forma más acertada.
EL MUNDO DE LOS ADULTOS
Pero no solo será útil para los niños, las personas adultas también veremos numerosas ventajas a la hora de dominar por completo un segundo idioma. Estudios realizados en Reino Unido, Canadá o Suiza indican que existen beneficios económicos asociados al bilingüismo que no podrían conseguirse de otra manera.
En Suiza, por ejemplo, un estudio dio como resultado que el multilingüismo de sus habitantes aporta el 10% del Producto Interior Bruto (PIB) del país, demostrando que la habilidad para manejar varios idiomas tenía una incidencia directa con los mercados exteriores y, por tanto, en la riqueza del estado.
Por otro lado, si nos movemos al mundo de la salud, las personas bilingües han mostrado en diferentes estudios que son menos propensos a enfermedades degenerativas como el Alzheimer, apareciendo casi cinco años más tarde. Y eso, teniendo los avances en este ámbito que tenemos actualmente, es muchísimo.
Además, nos aportará agilidad y dinamismo mental si hablamos dos idiomas, especialmente si tenemos que usar ambos indistintamente a lo largo del día.
Como hemos podido comprobar, ser bilingüe tiene unos efectos muy claros y beneficiosos tanto en nuestro día a día como en el largo plazo. Tanto desde niños para aportar agilidad al cerebro como de adultos para trabajarlo y hacerlo más duradero, entrenar nuestra mente es importantísimo. Por no hablar de los beneficios económicos y las oportunidades laborales que se le presentan a quien pueda dominar con facilidad dos idiomas diferentes. No dejes pasar esta oportunidad y, ahora que el COVID ha cambiado nuestras vidas, empieza tú una nueva en otro idioma.