Más allá del dominio de la gramática y sintaxis, aprender un idioma implica acercarse y entender la cultura que lo rodea, entendiéndose que para ser profesor de inglés si bien no hace falta ser nativo, es necesario tener un buen nivel en todos los ámbitos de la lengua, así como en la en la comunicación oral y escrita
Consejos básicos para ser un buen profesor de inglés
Las ganas de transmitir los conocimientos no pueden faltar, especialmente cuando se trata de clases particulares de inglés, ya que por regla, los interesados buscan en ellas un servicio personalizado.
Buen nivel de idioma
Sean presenciales u online, el aspecto clave para dar clases de inglés es un buen dominio del idioma. Adicional a la acreditación con alguna prueba oficial, lo recomendable es un nivel C1 o superior, aunque en algunos casos resulta suficiente el nivel B2, todo depende de las necesidades de los alumnos.
A diferencia de quienes deciden desempeñarse como educadores en la educación pública o privada, el profesor de inglés particular tiene que darse a conocer para empezar a encontrar alumnos.
Establecer un target de alumnos
Como en todo emprendimiento, el éxito está condicionado a dirigir la propuesta al público objetivo, delimitar a quién está dirigido el servicio es lo que permitirá la creación de un anuncio atractivo.
Las clases particulares de inglés requieren estrategias pensadas en función de las necesidades de cada persona, no es igual el estudiante que quiere superar un examen difícil, a los profesionales interesados en Business English. Otros aspectos a considerar al establecer el target son la franja de edad y el nivel a impartir.
Preparar las clases con anticipación
Ninguna persona es igual a otra, por tanto sus necesidades tampoco; ofrecer servicio personalizado implica analizar los puntos fuertes y debilidades del estudiante, escogiendo de acuerdo a estos, el método que mejor se ajuste.
Para ser un buen profesor de inglés es necesario entender que lo que funciona a un estudiante, no necesariamente funcionará con el resto, sobre todo, cuando se trabaja con alumnos de diferentes niveles o que pretenden alcanzar distintas metas.
El trabajo no se limita a las horas dedicadas a dar clases de inglés, demanda igualmente invertir tiempo en preparar el material que se utilizará durante las sesiones. La planificación de cada clase incluye desde la elección de textos de artículos de actualidad para su lectura, hasta ejercicios y audios que escuchar.
Utilizar variedad de métodos de enseñanza
Debido a que no se persigue una enseñanza estandarizada, la creatividad es otra cualidad que deben tener quienes pretendan dar clases particulares de inglés; anudado a la variedad y originalidad del material preparado, conviene disponer de diferentes metodologías que hagan más dinámicas las sesiones.
La clave radica en encontrar ese método de enseñanza que despierte el interés del estudiante, poniendo a prueba sus conocimientos previos, y facilitando la asimilación de la nueva información.
Finalmente, cabe acotar lo imperioso de aprender a poner precio a las clases, siendo recomendable que este varíe según el nivel de experiencia y los requisitos de los estudiantes.