El póker constituye uno de los formatos de cartas imprescindibles del mundo moderno. A lo largo del desarrollo del juego, los jugadores hacen sus apuestas a partir de una base inicial. El que logre hacerse con la mejor combinación de cartas o bien hacer que se retiren el resto de competidores se hará con el bote.
Pero, ¿cuáles son sus reglas? A continuación, compartimos contigo una guía rápida sobre el juego de póker. ¡Toma nota!
Manos de póker: ¿Cuáles son?
Cuando hablamos de las manos del póker nos referimos a las combinaciones de cartas que pueden hacerse para ganar al resto de competidores. Existen diferentes variantes que, ordenadas de mayor a menor valor se distribuyen en:
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Carta alta: En los supuestos en que se genera un empate, la carta más elevada determina cuál es el ganador.
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Pareja: Se trata de dos cartas que comparten el mismo valor y tres de valores distintos. Cuando se produce un empate, se recurre a la dinámica de la carta alta, es decir, la pareja más elevada determina qué jugador gana.
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Doble pareja: Se produce cuando hay dos parejas, es decir, dos cartas del mismo valor junto con otras dos cartas distintas del mismo valor y una quinta carta distinta.
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Trío: Se da cuando un jugador reúne tres cartas que comparten el mismo valor junto con dos de un valor distinto.
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Full house: Se produce cuando un usuario consigue un trío y una pareja.
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Color: Implica cinco cartas del mismo palo.
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Póker: Está integrada por cuatro cuarta iguales junto con otra distinta.
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Escalera de color: Se obtiene cuando se reúnen cinco cartas correlativas del mismo palo. Cuando se produce un empate con este tipo de mano, el bote se reparte proporcionalmente entre los ganadores.
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Escalera real de color: Esta mano está formada por un as, una reina, un rey, una jota y un diez del mismo palo.
Tal y como hemos especificado, la relación de manos está orientada de inferior a mayor por lo que aquel usuario que obtenga una mano superior gana al resto. Además, si se producen empates, el ganador queda escogido a través de aquellas cartas individuales que cuenten con un valor más elevado.
Las reglas del póker
El orden de la partida sigue el sentido de las agujas del reloj. En el momento en que se llevan a cabo las primeras apuestas, se procede al reparto haciendo entrega de dos cartas por participante. A continuación se descubren cinco cartas para todos. Las tres primeras hacen referencia al Flop, la cuarta al Turn y la quinta al River.
Es a partir de entonces, cuando se llevan a cabo cuatro rondas de apuestas sucesivas en las que los jugadores tratarán de obtener la combinación más favorable de cinco cartas. Para ello deberán servirse tanto de las dos cartas ocultas que se repartieron como de las cinco cartas comunes o comunitarias, estas permanecerán situadas en el centro de la mesa a lo largo de la partida. A continuación, explicamos con un poco más de detalle en qué consisten dichas rondas:
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Preflop: Cada participante hace una apuesta después de saber cuál es el valor que tienen las dos cartas ocultas individuales pero, en esta primera etapa, sin conocer aún el de las cinco cartas comunitarias.
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Flop: Se desvela el valor de tres de las cinco cartas comunitarias y se hace una nueva ronda de apuestas.
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River: Se desvela el valor de la cuarta carta comunitaria y se realiza la correspondiente ronda de apuestas
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Turn: Se lleva a cabo la última ronda de apuestas después de desvelar todas las cartas comunitarias.
Es importante tener en cuenta que la cuantía de dinero jugada se va incrementado a medida que se pasa de una fase de apuestas a otra. En las dos primeras es la mitad de las dos siguientes. Además, por otra parte, la cantidad máxima de subidas es cuatro.
Cómo se juega una partida de póker paso a paso
En primer lugar, se debe llevar a cabo la primera apuesta inicial. Para ello, se posicionan las fichas correspondientes en el área central común de la mesa conocido como pozo o bote. Sólo después de que se haya hecho esto el repartidor podrá comenzar con el reparto.
Los participantes revisarán sus cartas y dependiendo de las combinaciones obtenidas podrán optar por incrementar el valor de sus apuestas o, por el contrario, mantenerlas.
Sin embargo, en el preciso momento en que un jugador incremente su apuesta, el resto deberán, al menos, igualarla o, por el contrario, retirarse.
Es a partir de entonces cuando se empiezan las sucesivas rondas de apuestas repitiendo el mismo proceso. Cada jugador revisa sus cartas e incrementa el valor de sus apuestas si lo desea.
Cuando se da por finalizada la última ronda, los participantes que no hayan abandonado deberán descubrir todas sus cartas. Aquel que haya logrado hacerse con una mejor mano, se habrá convertido en ganador del bote.
La estrategia del farol es una de las más populares y se basa en aumentar la cantidad de dinero apostada fingiendo que se cuenta con una mano muy buena para lograr que todos los jugadores abandonen. Si esto ocurre, el jugador que no abandona se convierte en ganador a pesar de no contar con la mejor mano.